CDMX. En México aumentaron tanto el número de personas que reportaron haber sido víctimas de un ilícito como el número de delitos ocurridos por cada 100 mil habitantes, liderados éstos por el fraude, durante 2023, lo que generó una alza en el costo del delito en los hogares mexicanos por hasta 282 mil millones de pesos, la cifra más alta desde 2018, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En 2023, los delitos más frecuentes fueron el fraude, el robo o asalto en calle, extorsión, robo total o parcial de vehículo y amenazas verbales. Para todos hubo un incremento significativo entre 2022 y 2023. Tan sólo el fraude aumentó 20.5 por ciento; el robo y asalto en la calle más de 14 por ciento; la extorsión creció 3 por ciento y el robo parcial de vehículos también incrementó 20 por ciento y las amenazas verbales 14 por ciento anual.
A través de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2024, que se presentó este jueves, el Inegi estimó que la prevalencia delictiva en el país; es decir, el número de personas que reportaron haber sido víctimas de un delito, creció de 2012 a 2017; y desde 2017 en adelante se ha reportado una disminución que se ha ralentizado. No obstante, en 2023 se reportaron 23 mil 323 personas víctimas por cada 100 mil habitantes, cambio significativo con respecto a 2022 de 22 mil 587 por cada 100 mil personas.
Por su parte, la incidencia delictiva; es decir, el número de delitos ocurridos por cada 100 mil habitantes, llegó a un pico en 2014 (41 mil 655) y disminuyó en 2015 (35 mil 497) y volvió a encontrar un pico en 2017. Después de ello, la tendencia fue de disminución, pero a partir de 2022 se revirtió la tendencia y en 2023 se alcanzó una tasa de 33 mil 267 delitos por cada 100 mil habitantes, el segundo valor más alto en los últimos cinco años.
Durante la presentación de la Envipe 2024, Dwight Dyer Leal, director general de Estadísticas de Gobierno, Seguridad Pública y Justicia del Inegi, explicó que en el ámbito urbano se reporta el mayor número de víctimas de delito; es decir, el fenómeno se concentra principalmente en el ámbito urbano, aunque no deja de ser preocupante en el ámbito rural.
Los hombres son víctimas de delito en una mayor proporción que las mujeres, y se han ido cerrando las brechas porque se ha incrementado significativamente el número de mujeres que han sido víctimas en un delito.