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Que Ponchito (Andrés Bustamante) se haya presentado en Televisa durante los programas especial del Mundial de Sudáfrica, fue un detalle que nadie tomó a mal, todos se rieron, y ya.
Pero que ahora se diga que el Hooligan, otro de los memorables personajes de Bustamante, vaya al cierre de los programas especiales para estropearle el escenario a Carlos Loret de Mola, como lo hacía con José Ramón Fernández, eso ya se pasa de la raya, es algo que los admiradores del comediante no pueden aceptar.
Apenas se habló de esa posibilidad y los admiradores han enviado mensajes en Twitter, Facebook y portales de periódicos para protestar o cuando menos advertir a Bustamante que no haga eso.
Las advertencias van en el tono de "harías el ridículo", "eso no va con tu calidad", "no te prestes para esa tontería", "no les des aire a los televisos", y otros comentarios que manifiestan coraje o frustración de ver al ídolo en terrenos que no van con su perfil de comediante.
"Ponchito", "El Hooligan" o cualquier otro de los personajes de Bustamante, son adorados por su humor blanco, de cierta ingenuidad, que no necesita escenarios fastuosos ni la arrogancia avasallladora del emporio Televisa.
El triunfo de Ponchivisión se debe precisamente a su autosuficiencia, a que no se hizo con los ruidos de la propaganda con la que Televisa hace éxitos efímeros y convierte en ídolos a figuras mediocres del espectáculo.
Eso no es para Ponchito, amenizarle el programa a un periodista acartonado, un representante del estereotipo que Televisa impone en sus "grandes comentaristas de noticias".
Argumentos como éstos han salido por miles en reacción al anuncio hecho por Brozo, el también comediante y amigo de Bustamente.
Pero hay otro elemento de peso que los admiradores recuerdan, subrayan y gritan:
El Hooligan -dicen heridos en sus sentimientos- no puede ser lo mismo sin José Ramón Fernández, el comentarista que ayudó con mucho en el éxito de los personajes bustamantescos. Ambos crearon una atmósfera de picardía, de sano humor y rebeldía que se complementaba con la admiración cómplice de su público.
Y ahora Bustamente lo quiere recrear con el acartonado conductor de Televisa.
Para sus admiradores la presentación de Bustamante junto a Loret será casi un sacrilegio, una traición a los buenos tiempos al lado de Josérra.
Pero a Ponchito, al parecer, le vale.
