En el año 2000 Vladimiro Montesinos –jefe de los servicios de inteligencia de Perú, actualmente encarcelado por espionaje, corrupción y delincuencia organizada– entregó dinero del erario a su amiga Laura Bozzo para que el programa de televisión Laura en América apoyara la reelección del entonces presidente Alberto Fujimori.
En julio de 2006 un tribunal demostró dicha manipulación política y condenó a Bozzo a cuatro años de “prisión en suspenso” por ser cómplice de peculado y responsable del delito de asociación ilícita. Ahora Televisa la presenta como una más de sus estrellas…y quizás de Calderón.
LIMA.- La candidatura presidencial de Keiko Sofía Fujimori, hija del encarcelado exmandatario peruano Alberto Fujimori, apela a figuras de la televisión y del deporte para presentar una nueva imagen, una que busca borrar los episodios de crimen y corrupción del gobierno de su padre.
La estrategia publicitaria de Keiko Sofía ha recordado a los electores peruanos el papel que desempeñó Laura Bozzo en la reelección de Fujimori en 2000, después de que la prensa descubrió que en la actual lista fujimorista de aspirantes al Congreso aparecen excolaboradores de Vladimiro Montesinos, el jefe de los servicios de inteligencia del régimen de Fujimori y amigo íntimo de Bozzo.
Entre los fujimoristas que quieren llegar al Parlamento aparece un viejo amigo de Montesinos y Bozzo: el retirado general de la policía Juan González Sandoval, El Chacal.
Durante la campaña reeleccionista de Fujimori en 2000, Montesinos puso a disposición de la presentadora de televisión a El Chacal para desacreditar en su programa, Laura en América, al principal candidato presidencial de la oposición, Alejandro Toledo. González Sandoval habló con Lucrecia Orozco, madre de una pequeña llamada Zaraí, y la convenció de presentarse en el programa de Bozzo y ahí, públicamente, exigir a Toledo que reconociera la paternidad de la menor y el pago de una pensión.
Esta operación fue financiada por el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), el aparato de represión criminal que dirigió Montesinos.
El martes 28 de marzo de 2000 Laura Bozzo presentó a Lucrecia Orozco quien, en medio de un desconsolado llanto, acusó a Toledo de no reconocer a Zaraí. La presentadora sepultó con insultos al entonces candidato.
Detrás de lo que se presentaba como un justo reclamo –durante su gobierno Toledo terminaría por admitir la paternidad de la niña– se ocultaba al público peruano una maniobra de Montesinos en coordinación con Laura Bozzo para destruir al candidato opositor, quien era un peligro para la reelección de Fujimori.
Extracto del reportaje que se publica en la edición 1786 de la revista Proceso, ya en circulación.