En estas próximas vacaciones de Semana Santa los sonorenses deben de prevenir las picaduras de insectos, sobre todo si han decidido acampar en la playa o en el campo.
Esto porque durante los últimos once años las intoxicaciones por alguna picadura cobraron importancia, pues de poco más de 4 mil 218 pacientes que se atendieron por esta causa en 2002, la cifra de afectados aumentó a 7 mil 800.
Y son los alacranes los que comúnmente causan problemas a los sonorenses, pues pueden provocar picaduras muy graves, sin embargo, también se presentan frecuentemente los pinchazos de viuda negra, araña y abejas que son más peligrosas en áreas de enjambre.
Los municipios en los que hay más reincidencia son: Hermosillo, Cajeme, Guaymas, Santa Ana, Magdalena, Nogales y Caborca.
Francisco Javier Navarro Gálvez, Director de Servicios de Salud a la Comunidad de la Secretaría de Salud, recomendó a los sonorenses extremar precauciones para evitar este problema, sobre todo en el próximo periodo vacacional a quienes pretendan acampar en alguna zona de la entidad.
Luego de una picadura se presentan cuadros clínicos como dolor intenso, que en niños causa irritación y conforme trasciende el efecto de veneno puede causarles hiperactividad, hipersecreción y dificultad para respirar.
El padecimiento puede tornarse crónico en función del daño y del tiempo que pasó para recibir atención médica; además, si se tuvo pérdida de conciencia o convulsiones puede presentar lesiones a largo plazo. Aunque los alacranes de Sonora son de mediana a altamente tóxicos, el daño depende de la susceptibilidad de cada persona.
El tratamiento primordial para contrarrestar los efectos de picaduras es el suero antialacrán, que inhibe el efecto tóxico del veneno, así como el suero anti arácnido en caso de ser picada de araña, así como otros medicamentos para controlar efectos.
Navarro Gálvez reiteró las recomendaciones que se deben hacer, en el caso del hogar, como realizar revisiones constantes en el interior de las casas, así como de utensilios domésticos, colchas y camas, para constatar que no se encuentra un animal escondido.
Además sugirió el uso de pabellones o velos para cubrir cunas y camas; y tomar medidas de patio limpio moviendo todo lo inútil que haya en casa y quitar matorrales.
Utilizar insecticidas domésticos y fumigaciones profesionales es muy recomendable, ya que los técnicos que realizan estas tareas toman cursos que brinda la Secretaría de Salud y dan recomendaciones a los clientes luego de prestarles el servicio.