Como todo exceso, la obsesiva ingesta de alimentos saludables y práctica excesiva de ejercicio llevan a la juventud a trastornos físicos y mentales.
El doctor Alejandro Córdova Castañeda, especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dijo que la ortorexia es un trastorno relacionado con malos hábitos alimenticios que afecta principalmente a jóvenes de entre 20 y 35 años.
Esta situación rígida y obsesiva los lleva a vigilar la preparación del alimento, desde la manera de cocinarlo o sea el uso de aceite, sal, etcétera, hasta el material de los utensilios que utilizan: peltre, madera, aluminio o cerámica.
Al no cumplirse las reglas autoimpuestas, dejan de comer, indicó, pues los pacientes sienten ansiedad, angustia y desesperación al no poder desarrollar una alimentación común.
Esa situación los conduce a un aislamiento de su círculo social porque no pueden comer lo mismo que los demás, al no tener la garantía de que los alimentos son totalmente saludables, por lo que no se sienten a gusto al convivir con otras personas.
Los factores sociales que condicionan hábitos, delimitan modas y formas de vida generan además una actitud imperiosa en estos pacientes, por cuidarse, verse bien y buscar una situación de salud en forma extrema.
Córdova Castañeda detalló que a diferencia de la anorexia y la bulimia, en la ortorexia las personas buscan llevar una alimentación sana y estar desintoxicados, pero a través de una obsesión.
Los principales riesgos a que se enfrentan los pacientes ortoréxicos son depresión, angustia y soledad porque se aíslan, pues no comparten la alimentación habitual de las personas que los rodean, señaló.
En el IMSS, expresó, se brinda atención integral a través de la orientación de nutriólogos para que los pacientes lleven una alimentación equilibrada, contemplando la calidad y la cantidad de los alimentos que cubran sus necesidades nutricionales.
Además se brinda apoyo psicológico y psiquiátrico, con la finalidad de que se localice el origen del trastorno para atenderlo y, de este modo, lograr que la persona organice estilos de vida saludables y acepte que para tener una vida sana, requiere de una alimentación balanceada, en la que se incluyan todos los grupos alimenticios.