Ricky y Tiger
Sergio Sarmiento
Viernes 02 de Abril de 2010

"Las personas consideradas moralmente ejemplares son quienes, de forma inevitable, desprecian los placeres normales y sólo encuentran compensación interfiriendo en los placeres de los otros".

Bertrand Russell
 
 
 
Millones de personas en distintos lugares del mundo se sienten decepcionadas. Los ídolos que construyeron con los años se han desplomado. ¿Cómo admirar a Tiger Woods cuando éste ha reconocido que le fue infiel en numerosas ocasiones a su hermosa y rubia esposa? ¿Cómo seguir respetando a Ricky Martin cuando ha aceptado públicamente que es homosexual y además vive con dos hijos pequeños de una madre subrogada?

Una de las primeras consecuencias de la divulgación de las múltiples relaciones amorosas de Tiger fue la cancelación o suspensión de sus contratos de publicidad. Si bien seguramente todos los ejecutivos de sus empresas patrocinadoras han tenido alguna relación fuera de matrimonio, nadie se atreve a seguir usando la imagen del golfista. Hay una hipocresía notable en la sociedad estadounidense.

No sabemos todavía cuál será la reacción de los anunciantes y el público a la revelación de Ricky Martin sobre su homosexualidad. Sus compañeros del medio artístico han aceptado con naturalidad su preferencia sexual, pero poco a poco empiezan a surgir críticas y descalificaciones en su contra. Muchos de los cuestionamientos tienen que ver con sus dos hijos pequeños. En un momento en que se discute si se debe permitir a los homosexuales la adopción de niños, el tema se complica cuando se considera si se les debe permitir cuidar de sus propios hijos.

La verdad, sin embargo, es que la sociedad tiene que aprender a vivir con personas cuyas vidas sexuales son diferentes a las tradicionales. Las transgresiones sexuales de Woods son más frecuentes de lo que se piensa. Si bien el 90 por ciento de los estadounidenses afirma en encuestas que el adulterio es moralmente incorrecto, entre el 50 y el 65 por ciento de los hombres y entre el 45 y el 55 por ciento de las mujeres en Estados Unidos parecen haber tenido relaciones adúlteras cuando menos una vez en su vida (The Monogamy Myth de Peggy Vaughan). Es muy probable que las cifras sean mayores, ya que la gente suele mentir en encuestas sobre sus infidelidades. Muchas veces, por supuesto, el adulterio no se concreta, pero no por falta de deseo sino por temor a la reacción de la pareja.

Quizá por razones naturales de multiplicación de la especie, el deseo de diversidad en la búsqueda de parejas sexuales parece ser más común entre los hombres que entre las mujeres. En este sentido, el Tiger parece simplemente haber sido más honesto con sus propios deseos que la mayoría de los hombres. Algunos sugieren, sin embargo, que la búsqueda de diversidad es tan fuerte en las mujeres como en los hombres, sólo que más reprimidas.

La homosexualidad, por otra parte, ha estado presente en la humanidad desde sus inicios. De hecho, la conducta se ha registrado incluso en algunas especies de animales. Se sabe que la homosexualidad era común en las antiguas Grecia, Roma y Arabia. Hoy en día se calcula que entre 2 y 13 por ciento de la población de cualquier sociedad humana es homosexual. Las comunidades con porcentajes menores parecen reflejar más una represión social que la ausencia real de personas con inclinación o preferencia homosexual.

Está llegando un momento en que la sociedad ya no podrá escandalizarse ni de las infidelidades ni de las conductas homosexuales. La idea de que los seres humanos somos fundamentalmente monógamos y heterosexuales parece estar simplemente equivocada.

 
 
PAULETTE
 
 
Muchas dudas quedan en la mente después de seguir el caso de Paulette, la niña de 4 años desaparecida el 21 de marzo y cuyo cuerpo sin vida fue encontrado ayer. Hay un ánimo de linchamiento en la sociedad mexicana que me parece perverso. Ahora más que nunca es importante primero obtener información fidedigna y después juzgar.

 

 
 

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