Aunque el aroma del café invita a degustarlo bien caliente cada mañana al despertar, a José Ramón Nájera Fuentes le inspira otros sentimientos.

Con habilidad, mucha imaginación e inspiración, este joven de la colonia Sonora mueve los pinceles para plasmar incluso sus sueños.

Pintor nato, pues desde la escuela primaria comenzó a trazar dibujos de las caricaturas que veía en la televisión, Nájera Fuentes ha convertido al café en su tinta principal.

Un día, expone, vio que el café de uno de sus familiares se derramó en un mantel y formó figuras caprichosas.

Esa visión fue suficiente para dibujar unos caballos guerreros que le gustaron tanto a un amigo que hasta le preguntó por qué no llevaba sus pinturas a una exposición en las galerías de la ciudad.

Pero no todo fue tan fácil. En las primeras ocasiones en que pintó con café observó que le faltaba consistencia pues a los días de colocarlo en algún lienzo o cartón, se cuarteaba.

Hizo varios experimentos hasta que logró convertirlo en un tinte y aprendió a manejarlo, de tal forma que ahora lo mezcla con acrílicos, a veces con gis carbón o simplemente diluido en agua.

Su favorito

Con el sepia como su color favorito, utiliza toda su imaginación para colocar en sus dibujos toda la fantasía medieval que le viene a la mente y la cual le ha dado un sello muy particular a su obra.

Se reconoce como autodidacta pero, eso sí, como un gran soñador pues suele tener visiones mientras duerme y al día siguiente las pone en práctica.

De esa manera ha acumulado muchas obras, pero hay algunas que le gustan mucho más que otras, sobre todo aquellas enfocadas hacia un oscuro melancólico bastante atractivo.

Pero como de esos sueños no vive, afirma, también trabaja la pintura comercial, es decir lo que la gente pide.

Retratos

Se coloca en diferentes tianguis de la localidad para mostrar sus obras y, de paso, obtener más clientes.

Son los retratos los que más le solicitan, indica, y los realiza con la misma técnica del café pero también en blanco y negro, con carboncillo, combinado con gis pastel o bien acrílicos de colores.

Cada tinta exige un trabajo diferente, afirma, desde lentitud hasta rapidez pues por ejemplo el café seca muy rápido y en consecuencia debe realizar los trabajos en forma ágil.

Aunque no tiene antecedentes familiares de pintores, Nájera Fuentes, quien vive por la calle Leandro Soto Galindo, en la colonia Sonora, ya ha colocado algunas exposiciones y prepara una para los próximos meses en la Biblioteca Pública.

Y así cada día, entre sorbo y sorbo de café, la inspiración se apodera del artista y lo traduce en hermosas obras de arte producto de sus sueños e imaginación.