Mientras pescadores de Bahía de Lobos sufren por la falta de producción, particulares como Raúl Sánchez Fourcade les arrebatan recursos como la “almeja generosa” que crece frente a sus costas.
Joel Jara Urías, presidente de la Unión de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas de Bahía de Lobos, manifestó que han solicitado a la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura el permiso para explotar este recurso, pero les dicen que ya hay quienes lo hacen.
Desde hace unos ocho meses, la gente de Sánchez Fourcade invade el banco de esta almeja ubicada frente a la bahía, con extensión de nueve kilómetros, expresó.
La “almeja generosa”, también conocida como “chiluda” tiene un alto valor comercial, aseguró, sobre todo en el mercado asiático donde cada una es comprada en 10 dólares y un platillo llega a costar hasta 70 dólares.
La pieza, además de pesar desde 700 gramos para ser apta comercialmente, debe llegar viva al mercado asiático, si no es devuelta, indicó.
500 familias afectadas
Por lo menos 500 familias de las doce cooperativas de Lobos han dejado de capturar esta almeja, expuso, y ya han sufrido incluso el acoso de las autoridades federales por capturarla.
A un pescador que llevaba a Guaymas algunas muestras que el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor) requiere para determinar la dotación de un permiso comercial, la PGR lo detuvo, le quitaron una tonelada de camarón y le cobraron 30 mil pesos de multa, señaló.
Cada permiso cuesta 35 mil pesos por temporada, expresó, y los cooperativistas estarían dispuestos a pedir prestado incluso para adquirirlo, pero Conapesca los ha frenado con el argumento de que ya está dada la concesión.
De acuerdo con la Ley General de Pesca y Acuacultura, manifestó, los permisos para la explotación de una especie deben ser dados, en primera instancia, a los pescadores del área donde se encuentra el animal.
Pero en este caso se lo entregaron a Sanchez Fourcade, que es de Guaymas, y además explota todo el sur de Sonora sólo por influencias políticas, destacó.
Alternativa escasa
Mientras tanto, los hombres de Lobos deben lanzarse al mar en busca de especies que ellos consideran “de segunda”, es decir aquellas cuyo valor comercial es menor como la liza, mojarra o chano.
Es una temporada mala en la que la baqueta y el tiburón-cazón no ha salido y para el dorado no hay permisos de parte de Conapeca, afirmó.
Ojalá el gobernador Guillermo Padrés Elías haga efectivo su compromiso de campaña de crear un fideicomiso por dos millones de pesos iniciales para el sector social de la pesca, enfatizó, pues ahí tendría una fuente de financiamiento revolvente.
Y es que para la temporada camaronera reciente ya los proveedores no les quisieron prestar, manifestó, a lo cual se sumaron la entrada tardía al mar y los precios bajos del camarón.
Todas las cooperativas perdieron, informó, y programas como el de sustitución de motores no han resultado porque está diseñado para aquellos que tienen dinero y no para quienes no disponen de 70 mil pesos para adquirir el motor y luego recibir el apoyo.
Las cooperativas están descapitalizadas, no hay pesca y de paso hay quienes se apoderan de los recursos pertenecientes a una comunidad, manifestó, por lo cual es urgente la intervención del gobernador del Estado a fin de darle orden a esta situación.