Entre subsidios municipales de dos millones de pesos anuales y un déficit de un millón de pesos, el rastro municipal ya debe reubicarse por salud pública.
En la sesión de Cabildo para analizar la cuenta pública de 2009, el regidor Guillermo Patiño Fierro destacó que si bien el subsidio al rastro puede ser bueno, lo malo es su presencia en medio de muchas colonias populares.
El alcalde Manuel Barro Borgaro expuso que el déficit del frigorífico va a la baja pues mediante un mejor manejo administrativo ya se han tenido récord de ingresos para un día, como fue el de 98 mil pesos recientemente.
Lo más importante es moverlo de la zona donde se encuentra, expuso, en la colonia Matías Méndez, y ya hay un proyecto para alinearlo a las normas de los rastros Tipo Inspección Federal (TIF).
Ya se han analizado opciones de ubicación con la Asociación Ganadera, de tal forma que podría establecerse rumbo a la presa Álvaro Obregón, destacó, con lo cual en este trienio se resolvería el problema.
Se tiene pensado también instalar un consejo del rastro en el que los usuarios tengan mayor participación, precisó, llegar a su autosuficiencia sin perder el esquema municipal y ya se cuenta con 300 mil pesos para el estudio sobre su reubicación.
En la sesión se dijo que la cuenta pública de 2009 fue revisada y se encontraron “errores de dedo” como la aplicación de recursos por 311 mil 143 pesos a la partida de aportación comunitaria, cuando correspondió en realidad al Fondo de Infraestructura Social Municipal.
El regidor José María Parada Almada solicitó revisiones mensuales al ejercicio presupuestal para evitar esos errores o bien subejercicios como el de 3.4 millones de pesos en el presupuesto de Cócorit en 2009.
“De por si es una comisaría pequeña, es lamentable que al final del año no se aplique ese tamaño de recursos que pudo haber servido para construir una escuela o pavimentar.
“Pero hasta el momento no nos han informado si en realidad ese dinero se gastó en otras partidas o bien no se captó”, expuso.