Las estrellas de la NBA son el soporte del espectáculo. Sin esos grandes jugadores que realizan hazañas increíbles sobre la duela y bajo el aro, el básquetbol no sería el gran espectáculo que es hoy.
Desde el retiro de Michael Jordan han aparecido otros grandes jugadores y algunos han sido nombrados como posibles sucesores de Su Majestad Jordan. Pero con todo y sus grandes dotes, ninguno de los mencionados ha logrado escalar las alturas del exToro de Chicago.
Hoy parece que la búsqueda del sucesor de Jordan ha terminado. Por fin la NBA, los medios de comunicación y los aficionados tienen a un nuevo rey, a un número 1 indiscutible, al sucesor del reinado jordánico: Kobe Bryant.
Sus recientes cuatro juegos seguidos con más de 50 puntos anotados lo colocan en una lista donde sólo han estado los grandes como Wilt Chamberlain.
Kobe es el centro del espectáculo. Cuando él juega parece no importar lo que sucede en otras duelas; su juego es el único que importa y lo que hoy haga en la cancha mañana será nota de primera plana en las secciones deportivas de la prensa mundial.
En cada juego de los Lakers con Kobe Bryant al frente se está escribiendo otra gran historia deportiva. Hay que seguirla, registrar sus episodios más brillantes y maravillarnos con la habilidad de este atleta extraordinario.
¡El Rey Jordan ha muerto! ¡Viva el Rey Bryant!
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