Admirable: A sus 23 años de edad, Jaime García es ya toda una formidable realidad en el béisbol de Ligas Mayores con los Cardenales de San Luis.
Un verdadero talento que cumple expectativas. Y de que forma.
Desde Ligas Menores, fue conceptuado y proyectado por la organización de los Cardenales como un prospecto de muy alto nivel y hoy está refrendándolo con excelentísimos resultados.
Su tercera victoria, de 6-3, excelsa: Y ante quien: los Filis de Filadelfia. Además, en el Citizens Bank Park y la fanaticada fili/cuáquera. Caray.
Pero su tercera victoria estuvo “tinta en sangre” porque mantuvo duelo de ceros hasta que en la séptima Nick Stavinoha conectó cuadrangular como emergente frente a Joe Blanton (0-1) y de ahí en adelante los Cardenales véngase tu reino, con los relevos que preservaron el triunfo cardenal.
El muchacho tiró seis episodios para tres hits, seis ponches, cuatro bases y una carrera para mantenerse en un excelentísimo 1.12 de efectividad.
El zurdo ha estado intransitable.
Y, ahora, está 3-1, con un manager, Tony Larussa, y el coach de pitcheo, Dave Duncan, con una sonrisa y satisfacción que no pueden ocultar.
Exacto: El chico luce ya como un filón de oro.
En su anterior salida, el miércoles pasado, se convirtió en el primer zurdo en ganar un partido desde que lo hizo Mark Mulder en el 2006.
En esa salida admitió cuatro sencillos y ponchó a cinco al tiempo que mejoraba a 1.04 su porcentaje de efectividad.
Con su enorme triunfo ante los Filis, el novato ha lanzado al menos seis entradas en sus primeras cinco aperturas y en cuatro de ellas sólo ha admitido una carrera limpia como máximo.
En sus actuaciones se ha enfrentado a estrellas del pitcheo como su paisano Yovani Gallardo, el venezolano Johan Santana y Tim Lincecum.
Jaime García quizá sea hoy por hoy la más grata noticia y revelación del béisbol mexicano en la Gran Carpa y qué bien, amigos.
Su recta y recta cortada, una aguda curva, un slider/cutter híbrido; un cambio y un sinker por demás efectivo –¡todo un arsenal!–, le representan lanzamientos que mantienen la bola por el suelo obligando a los bateadores a soletar para fáciles outs.
Pero, además, su actitud, con madurez en pleno desarrollo, le da un perfil de un ganador.
Así se le ve hasta hoy tras retornar de una cirugía Tommy John en 2008 –sufrió dolores persistentes del codo durante múltiples temporadas antes de la operación– y especialmente a partir de que se ganó el quinto puesto en la rotación de abridores de los Cardenales.