Durante un día la mariguana fue legal en el Distrito Federal, ya que este sábado casi 800 personas marcharon desde el Zócalo hasta el Hemiciclo a Juárez, exigiendo su despenalización.
Los asistentes caminaron por la calle de Madero, a la cual renombraron como “que- Madero”, para exigir que sea permitido el uso del enervante para fines terapéuticos y recreativos.
En su mayoría jóvenes, los manifestantes fumaban la hierba mientras gritaban “queremos un México verde, no rojo” y “puestos para pagar impuestos” y desplegaron una manta en la que se leía “Basta de muertos y pobres criminalizados. Cannabis legal en todos los estados”.
Además, fijaron su postura de rechazo a la guerra contra el narcotráfico, iniciada por el gobierno del presidente Felipe Calderón, y a la cual le atribuyeron la muerte de más de 27 mil personas: “sí a la mariguana, no a la guerra”, gritaban.
Aunado a lo anterior, los manifestantes exigieron que sean revisadas y discutidas en el próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso del Unión, las seis iniciativas presentadas por diversos legisladores a favor de la regularización de la producción y distribución.
Al respecto, Leopoldo Rivera, director de la Red de Bibliotecas Canábicas y organizador de la manifestación, comentó que la legalización de la mariguana es la única alternativa para terminar con su tráfico ilegal.
“Creemos que el debate sobre la legalización de la mariguana ya está rebasado, el asunto ahora es cómo vamos a regularizar ese mercado, porque definitivamente la guerra no está funcionando. Consideramos que el Estado se debe hacer cargo de la venta y distribución de la cannabis”, expresó.
Es momento, dijo, “de que el Estado se haga cargo de la producción, distribución y comercio de la cannabis sativa. Además de regular todos los otros usos que tiene la planta”.
El activista, afirmó que en México existe una ignorancia en torno a las adicciones y al uso de los enervantes, lo que significa un riesgo debido a que quien se inicia en su uso no conoce los riesgos.
“Los jóvenes quieren acercarse más, no necesariamente por el consumo sino por la información, porque la que se les proporciona no es contrastada. Lo único que escuchan es ‘no a las drogas’, pero nunca se les dice qué es una droga”, sostuvo.
Como si estuvieran en un carnaval, los asistentes repartieron folletos entre turistas que presenciaban la movilización.