A partir de los 50 años, aumentan las posibilidades de sufrir agrandamiento de la próstata, lo cual causa obstrucción de la salida de la orina y puede llegar a afectar a los riñones.
Las estadísticas muestran que a los 60 años, 50% de los hombres tiene la próstata agrandada. La razón no está muy clara, pero un estudio se dedicó a analizar si hay alguna relación entre la dieta y el crecimiento de esta glándula.
Según la investigación, el hacer ejercicio, no tener panza, llevar una dieta baja en grasas, comer cinco o más porciones de vegetales diarios y dos copas de alcohol al día, son factores que disminuyen el riesgo de tener la próstata agrandada.
Otros nutrientes específicos juegan un papel importantísimo a la hora de prevenir esta condición: la vitamina C (presente en los pimientos o chile, brócoli, coliflor, tomate, por ejemplo) y el zinc (presente en cangrejo, ostras, pato, cordero y carne de res magra).
Así que para proteger a su próstata, tome nota: haga ejercicio, manténgase en un peso sano, coma vegetales, dígale no a la grasa y disfrute de vez en cuando de una copita de vino.
Reírse de uno mismo
De la risa se ha dicho que es la mejor terapia para una buena salud tanto física como mental. Por eso, le recomiendo que para estar con una salud de acero, ser ría de sí mismo y no se tome la vida tan en serio.
Cuando hablo de reírse de sí mismo y de la vida no quiere decir que se haga burla o que se sonría en forma de lástima, sino como un remedio milagroso que puede curar el dolor, la depresión y al mismo tiempo, ayudarlo a ponerle perspectiva a cualquier situación que le esté causando preocupación.
Al reírse, la tensión hace que las cosas puedan verse bajo otra luz y que no parezcan tan terribles como usted pensaba. Aunque parezca frase de cajón, todo en esta vida tiene solución, excepto la muerte. Así que ¡viva riendo!
No se tome la vida tan seriamente; le quitará peso de encima a su salud.