El fraude cometido en contra de Pemex  por la ahora ex subdirectora comercial María Karen Miyasaki por más de 13 millones de dólares, sólo viene a echarle más gasolina al ya de por si enorme enojo que de tiempo atrás ha venido incrementándose entre la ciudadanía ante las constantes e imparables alzas a las gasolinas. La pregunta que seguramente se harán los miles y millones de propietarios de vehículos es que, cómo es posible que la paraestatal tenga que estar sangrando la ya de por si deteriorada economía de los mexicanos que ya no hallan (hallamos Kemosabi) la puerta ante la grave escalada que mes con mes nos viene haciendo Pemex en los precios de los combustibles y un solo funcionario pueda escamotearles, con un solo movimiento financiero, tan desorbitada cantidad que no es cualquier cantidad. Se trata, en este caso, solo en este caso que afortunadamente pudo ser detectado, de 13 millones de dólares, de los cuales, casi cuatro millones serían para la ex funcionaria y su marido, el que también tiene velo en este desaguisado.

Y otra de las preguntas, sin duda, que ya se estarán haciendo esos mismos millones de mexicanos; ¿ cuántos más casos como estos andarán por ahí sin que hayan sido detectados hasta ahora y que van a cargarse a la cuenta automática de los contribuyentes?

Por lo demás. Qué no habrá por ahí, alguna serie de controles o normas que regulen este tipo de operaciones sin que los funcionarios puedan manejar como de su propiedad o a su antojo algo que, se supone, es propiedad de todos los mexicanos?

Cómo esta eso de que la señora compra a una empresa japonesa  -Idimitsu Kosan Company- 33 mil barriles de diesel ultrabajo azufre en 27 mil 694 millones de dólares, mismos que vende a la firma Blue Oil Trading en más de 28 millones de dólares y al cabo de los días, compra esos mismos 33 mil barriles a la misma empresa Blue Oil Trading, pero en 34 millones de dólares; es decir, paga sin razón justificada alguna poco más de cuatro millones de dólares para finalmente, vender ese mismo producto a la llamada empresa de los mexicanos, pero en miles de dólares más con lo que se cerraba el grandioso circulo en la que ganaban la ahora ex funcionaria y su esposo. Y por cierto, serían nada más ellos dos los involucrados?

FIERRITOS EN LA LUMBRE

Y ahora que ya se sabe que el 76 por ciento de los llamados “guardias” de seguridad privada no cuentan con el mínimo de capacitación requerido para el desempeño de su trabajo—entiéndase defensa personal, manejo de armas y vehículos y manejo de situaciones como el protocolo de lo que es en si un guardia o escolta personal--, entonces, solo entonces se les pondrá atención a este tipo de empresas que trabajan en el más completo desorden sin la regulación requerida? Bueno, al menos eso es lo que dicen tanto el presidente de la Confederación Nacional de Empresarios en Seguridad Privada, Arnulfo Garabito y Julio César García, Presidente de la Sociedad Mexicana de Escoltas quienes establecen que en su gran mayoría, tanto los guardias como los escoltas personales son gente improvisada que desconoce por completo su trabajo y aun así se les asigna a cuidar de importantes áreas de trabajo en dependencias de gobierno y empresas particulares o al cuidado de gente importante, cuya vida se deja en manos inexpertas. Habría que ver que tienen que decir al respecto el secretario de seguridad pública estatal Ernesto Munro, alcaldes y jefes de policía de la entidad, lo mismo que el procurador Abel Murrieta. En este sentido solo hay dos cosas; regular el funcionamiento de estas empresas de seguridad, legislando al respecto y estas, las empresas, capacitando a su personal. De lo contrario, seguirá el mismo circulo vicioso de siempre; un padrón de 127 mil personas desempeñando un cargo para el que no están capacitados, cuando en la realidad, trabajando en la clandestinidad se mueven algo así como 900 mil personas que al quedarse sin empleo y sin la mínima noción de lo que es un guardia de seguridad, le entran a la chamba para solucionar de inmediato su falta de empleo. Con especial dedicatoria para las diputadas del PAN,  Eloisa Flores y Sara Martínez de Teresa, es el mensaje que desde días atrás ha venido circulando en la red cibernética y mensajes de texto vía el celular, en donde se advierte que se les hará un plantón en sus casas y en el Congreso, de parte de algunas integrantes del llamado “Mujeres del Movimiento por el Agua, para obligarlas a que definan públicamente su postura. Este es el texto:  “A las diputadas del PAN por Cajeme les vamos a hacer un plantón en sus casas y en el Congreso pues no apoyan al Movimiento Ciudadano. Andan repartiendo botes y dando cinitos. No están para esas tonterías; les vamos a exigir que cumplan con su responsabilidad y que se definan públicamente. Ya basta. Mujeres del Movimiento por el Agua”. Bueno, ahora falta esperar cuanto tengan que decir al respecto las damas aludidas.

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