Con bombo y platillo (frase antigua que ahora significa: con la participación de todos los medios de comunicación) se anunció que el Ayuntamiento iba a remodelar el área del bulevar Ramírez en el cruce con Zacatecas.
Dicha área estaba revestida de concreto y es una parte de la unidad deportiva que se construyó allí hace algunos años. El diseño de la unidad es feo, horrible si usted quiere, pero lo importante es que se trata de un área recreativa y deportiva, una de las pocas que existen en ese sector de la ciudad.
Por eso todos se entusiasmaron cuando el Ayuntamiento anunció la transformación que inició, ipso facto, con la demolición de la mole de concreto que estaba allí.
Levantaron todo y dejaron listo el terreno para la reconstrucción. Pero de eso ya han pasado varias semanas y nada. El lugar tiene hoy un aspecto de abandono que contrasta con las áreas verdes y arboladas a su alrededor.
Las cuadrillas del Ayuntamiento no han regresado y no dicen para cuándo lo harán. Mientras, los vecinos, gente que corre y camina por el bulevar todos los días, siguen a la espera de que alguien se acuerde del bulevar.