Aunque la siembra de segundos cultivos, soya y maíz principalmente, propicia esperanzas de un mejor ciclo agrícola, para los productores de hortalizas significa preocupación.
Y es que, de acuerdo con Rogelio Méndez Ibarra, jefe del Distrito de Desarrollo Rural en Cajeme, hay incertidumbre entre los hortaliceros ante la posibilidad de que por la soya, la mosquita blanca vuelva a “dispararse”.
En 1994, la mosca blanca acabó con esa oleaginosa en el sur de Sonora, al grado de desterrarla del mosaico de cultivos del verano.
Por ello, al reanudarse su siembra, los productores de hortalizas han solicitado estar muy al pendiente del seguimiento para evitar problemas fitosanitarios.
“Ya se le pidió a los productores de soya que colaboren haciendo la parte que les toca para mantener la sanidad y se pidió también que los productores de hortalizas nos apoyen con las acciones de control en sus cultivos.
“La suma del esfuerzo de todos los productores puede hacer posible que ambas actividades salgan adelante sin contratiempos”, refirió.
Bajó mosquita
Debe tenerse presente que la decisión de autorizar soya se basó en las bajas capturas de mosquita blanca que se han tenido en los dos últimos años, dijo, por lo cual, con buen manejo del cultivo y con las medidas del paquete tecnológico, es posible sacarla adelante sin riesgo para otros cultivos hospedantes.
Expuso que el organismo auxiliar de Sanidad Vegetal ha informado que hay un retraso en las siembras de soya autorizadas.
Se estima que se tiene un avance de 450 de 891 hectáreas autorizadas, explicó.
Es conveniente que los productores con permiso respeten las fechas de siembra límite, la cual vence este 31 de mayo, citó, por lo que deben programar muy bien la preparación de los terrenos, los riegos y la propia siembra.
En caso de que algún productor no alcance a establecer este cultivo, se atenderán sus peticiones para cambio de cultivo a otra opción de verano como maíz, sorgo o cacahuate, estableció.
El productor que no respete las reglas, consideró, corre el riesgo de que los hortaliceros no permitan en ocasiones próximas darle autorizaciones para sembrar soya.
Se estará pendiente de que las siembras se hagan en las fechas autorizadas y en caso de detectarse siembras posteriores, se aplicará la normatividad correspondiente, expuso.
Las socas
Pero también para los hortaliceros hay recomendaciones, expuso, pues deben respetar la fecha límite de destrucción de socas en sandía, tomatillo, papa, calabaza y pepino.
Para papa y calabaza el pasado 30 de abril se venció la fecha y para sandía, tomatillo y pepino, el 20 de mayo.
Los productores que hayan establecido este tipo de cultivos deben cumplir con esta disposición fitosanitaria con la finalidad de coadyuvar a mantener bajas las poblaciones de mosquita blanca y paratrioza, destacó.
De ese modo se podrán evitar posibles focos de infestación de estas plagas que puedan afectar a los cultivos que aun cuenten con autorización de fecha límite de término de cultivo, como es el caso de chile y tomate, los cuales tienen hasta el próximo 20 de junio para concluir con la cosecha.
En caso de incumplimiento, manifestó, se solicitará a la Junta Local de Sanidad Vegetal que haga efectiva la carta de garantía que dejaron los productores al inicio del ciclo.
En el ciclo que está terminando, se establecieron mil 494 hectáreas de calabaza, señaló, así como 988, de chile; 55, de melón; cuatro mil 337, de papa; 145, de pepino; 750, de sandía; 668, de tomate, y 494, de tomatillo.