En catedral y oficiada por el obispo, se celebró una misa en memoria de los 49 niños fallecidos hace un año en el incendio de la guardería ABC.
Aunque la misa fue promovida por la Presidencia Municipal, asistieron muy pocos funcionarios y empleados a esta ceremonia.
En las primeras sillas, frente al altar, estuvieron el alcalde Manuel Barro, su esposa Laura Reinmann, el secretario de Desarrollo Social, Carlos Carrizosa, y el regidor Guillermo Patiño.
Dos o tres funcionarios más, si acaso, y algunos ciudadanos que llevarn niños.
Pero esto no era sesión de Cabildo ni estaba en juego algún drama político, tampoco era la disputa por el Novillo, por eso la misa tuvo poco concurrencia.