“Donde hasta el más chico gasta su tostón; pueblito tan manso frijol y garbanzo le diste a Obregón”, como dice la parte de la canción Sonora Querida, himno implícito de este gran Estado, por cierto única parte dedicada al Sur del Estado después de Guaymas.

Ya de regreso después de una semana de ausencia, que se me hizo más tiempo pues siempre se extraña el terruño, que aunque adoptado, es adonde tenemos nuestros principales intereses; volver siempre es causa de alegría.

Ver las amplias calles rectas de Ciudad Obregón y que la gran mayoría atraviesan prácticamente toda la ciudad, sin los recovecos de las partes viejas de Chihuahua o de Guadalajara y su Zona Metropolitana, nos recuerdan lo joven que es está ciudad, juventud que sin embargo en algunos lados no se manifiesta por las condiciones en que se encuentran algunas de sus calles.

Algunos amigos con los que comentamos de este corto viaje, expresaron su “envidia” pues le sacamos la vuelta, aunque sea por una semana, al calorón; sin embargo, al decirles que en las dos ciudades que visitamos las condiciones climáticas también son extremas en cuanto al calor, se sorprendieron. Todos sabemos que esto del clima ha sufrido grandes cambios en los últimos lustros, muchos de ellos inducidos por nuestras actividades industriales, agrícolas y de supervivencia, lo que está afectando a todo el planeta y no solamente a algunas partes.

En especial en Ciudad Obregón se respira un clima de seguridad, con excepción de algunos lugares adonde históricamente esto no ha sido posible, pero que a diferencia de otras ciudades del país todavía es posible sacar en la tarde-noche las mecedoras (poltronas para muchos de nosotros) para disfrutar del fresco que todavía se siente; esto me lleva a recordar aquellos tiempos en que llegamos por primera vez a esta bendita Ciudad, por allá de 1950 a 1955, cuando para amortiguar los efectos del calor, en la noche nuestros padres y hermanos mayores sacaban los catres al Callejón Durango entre Allende e Hidalgo (ahora Callejón Filipinas) y ¡dormíamos fuera de la casa! Cuando les platiqué esto a mis hijos y a mi esposa no me lo creían. Estoy seguro que algunos de los lectores tampoco lo creerán, pero pregúntenle a algunos mayorcitos de 60 años y verán que es cierto, porque era práctica común en algunas partes de la ciudad.

Desgraciadamente ahora eso ya no es posible, incluso nos tenemos que encerrar y asegurar con “rejas protectoras” haciendo de nuestras casas prácticamente celdas de prisión con los riesgos que eso implica en caso de incendio o alguna otra emergencia al bloquear las salidas de la casa, aunque la intención es evitar la entrada de gente no deseada.

Nuestra Ciudad fue un ejemplo de limpieza durante muchos años, desgraciadamente ya lejanos y que no se han podido repetir, tanto por la falta de acción de sus habitantes como de los encargados de su administración. En las décadas de los 60’s y 70’s casi no se veía alguna calle sucia, ahora, y lo digo con gran tristeza, casi no se ve ninguna calle limpia; pero no quiero ser derrotista, no es mi estilo, sin embargo al ser realista se puede caer en esta actitud. Como ya lo hemos mencionado en otros escritos presentados en Infocajeme, sería relativamente sencillo volver a ser la Ciudad más limpia del noroeste y, por qué no, del país.

En 1983 publicamos, en conjunto entre el ITSON y el Club de Leones, un manual titulado “Manejo adecuado de basura en el hogar”, el cual en su momento tuvo su impacto, en dicho manual se explica de manera sencilla y fácil de seguir la forma de separar la basura en el hogar, para con ello facilitar su manejo por parte de los responsables de su manejo y disposición final; sin embargo no se le dio seguimiento por parte de las autoridades y nosotros los que participamos en su elaboración.

En 1984, otra vez desde el ITSON, realizamos con un grupo de estudiantes de diferentes carreras de Ingeniería un “Estudio integral para el manejo de las basuras domiciliarias de Ciudad Obregón; en dicho estudio se consideraron los siguientes componentes:

•Sistema actual de recolección domiciliaria de basuras (para 1984); se hizo una descripción del equipo con que se contaba, personal a cargo de la recolección domiciliaria de basura, capacidad de recolección y problemas del sistema de recolección.

•Aspectos teóricos para el diseño de un sistema de recolección domiciliaria de basura; se determinaron las rutas óptimas para la recolección domiciliaria y los métodos básicos de rutas para la recolección de basuras.

•Plan Piloto para la recolección domiciliaria de basuras en Ciudad Obregón; se hicieron recorridos en zonas de la ciudad para medir los tiempos de recolección con la rutas diseñadas para las condiciones de 1984 y se lograron ahorros en tiempo de recolección de entre 2 y 3 horas en las rutas probadas.

•Sistema propuesto para la recolección domiciliaria de las basuras de Ciudad Obregón; se diseñó un sistema de micro-rutas y de transporte al basurero municipal.

•Sistema de disposición final de desechos sólidos; se analizaron las alternativas para la disposición final de desechos sólidos y se seleccionó el más adecuado para las condiciones de Ciudad Obregón.

•Diseño conceptual de los sistemas de disposición final de las basuras de Ciudad Obregón; se diseñaron los siguientes componentes para las condiciones de 1984: Planta separadora de desechos sólidos, Planta elaboradora de composta, Relleno sanitario, Diseño estructural y operativo del sistema de disposición final de los desechos sólidos de Ciudad Obregón.

•Operación del sistema; se establecieron los lineamientos para ello.

•Participación de los habitantes de Ciudad Obregón en el manejo de sus basuras domiciliarias; manejo de basuras en el hogar, entrega de basuras al camión recolector, método ideal para preparar las basuras para su recolección.

¿En qué terminó este estudio?, en un reporte que se quedó en las oficinas de algunos directivos municipales y nunca se llegó a aplicar nada de lo planeado. Lo mejor es que sirvió para que se titularan 3 ingenieros por medio de las tesis que desarrollaron sobre el tema. También sirvió para que al revisar el escrito original en mi poder (amarillento por los años como carta del Piporro) me sintiera menos culpable de que por lo menos intentamos hacer algo por nuestra Ciudad, y sentir la dulce nostalgia de los 26 años pasados.

En fin, ¡Cajeme, sí eres rico! Y aunque ya no todos gastan su tostón, tienes mucho por delante, y a las generaciones nuevas les toca retomar el rumbo y volver a hacer de ti el Cajeme próspero al que estamos acostumbrados.