Aún no se llega el 4 de julio y ya las próximas elecciones parecen teñirse de nuevo con los tintes de la protesta y la ilegalidad: Aunque los asuntos de Quintana Roo, Aguascalientes y Tamaulipas acaparan titulares, no son menos significativos los recientes sucesos de Oaxaca, Sinaloa y Tlaxcala, donde –a pesar de que la candidata perredista a la gubernatura, Minerva Hernández Ramos hizo pública su postura declinatoria a favor de la candidata del PAN  Adriana Dávila Fernández- el Presidente Consejero del  Instituto Electoral Tlaxcalteca, Salvador Cuautencos, dice que al día de hoy, aun no se recibe la  dimisión oficial de la abanderada del PRD, por lo que sus votos no podrán contar para la panista. Cabe hacer la aclaración de que en la contienda, ambas  van contra el priísta Mariano González Zarur, prohijado de Beatríz Paredes Rangel, actual presidenta nacional del tricolor. Sin embargo, quien más pierde en este lío electorero, no es ni siquiera la candidata divisora, sino su propio partido, que al permitir su errática conducta, ha bajado sensiblemente sus simpatías en ese Estado. Así, debemos recordar que fue la propia Hernández Ramos quien primero ofreció la venta de la causa izquierdista al candidato del Revolucionario Institucional a cambio de una senaduría, pero hubo de echarse para atrás ante la orden de Chucho Ortega, de aliarse mejor al panismo, pues a cambio de esto, se esperaba la renuncia –ya negociada con César Nava, Presidente Nacional de dicho partido- del candidato albiazul a la gubernatura de Zacatecas Cuauhtémoc Calderón, a favor del perredista Antonio Mejía Haro, cosa que no se cumplió.

Aunque serán quince los Estados de la República en los que habrá votaciones, sólo en doce de ellos se elegirá gobernador y los restantes tres renovarán Congreso y Alcaldías, los casos enumerados con anterioridad son los que más llaman la atención por la clase de anomalías registradas en ellos y en particular la entidad tlaxcalteca por la desmesura de las fuerzas enfrentadas en ella y en donde vemos el curioso caso de no ser solo el destino político de una entidad el que se decide, sino –curiosidades de la política- de dos, pues al negarse el candidato panista zacatecano a seguir las órdenes de trueque de su jefe nacional, se decide también indirectamente el de su Entidad.

Pero vayamos por un momento a Quintana Roo: El candidato del Partido de la Revolución Democrática  Gregorio Sánchez  Martínez -ex candidato de acuerdo al IFE- fue detenido el día 25 de mayo, como presunto responsable de lavado de dinero, delincuencia organizada y delitos contra la salud –casi nada pues- a pesar de contar con un amparo, e ingresado en el reclusorio federal de Nayarit, donde se encuentran también en calidad de presos su asesor Boris del Valle Alonso y su colaborador y ex jefe de la policía municipal de Cancún, Francisco Velasco Delgado. Llama la atención este caso, pues a pesar de que la dirigencia nacional del citado organismo político presentó con oportunidad a la Procuraduría General de la República, una lista con los nombres de todos sus candidatos,   para que fuese la propia dependencia judicial quien diese cuenta de si alguno de ellos tenía señalamientos legales en su contra, en su momento no se reportó investigación contra ninguno, por lo que las candidaturas siguieron su curso. Ante el hecho consumado de la detención de Sánchez Martínez, la postura del PRD hasta el pasado veinte de junio, en reunión de su cúpula, fue la del  sostenimiento de la candidatura,  y por tanto,  un enfrentamiento público con el gobierno federal.

En el caso de Aguascalientes, quien enfrenta la mayor dificultad es Acción Nacional, pues a su gubernativo pretendiente le cuelgan hoy dos autos de formal prisión, librados ambos por el mismo Juez , acusándolo de ejercicio indebido del servicio público y tráfico de influencias, lo anterior luego de que el juzgado tercero de distrito del centro auxiliar de la tercera región con sede en Guanajuato, resolviera en juicio de amparo promovido por el candidato, dejar insubsistente el primer auto de formal prisión que se había dictado y los autos fueran remitidos al juez de la causa, quien  volvió a dictar  nuevo auto de formal prisión. El proceso se le sigue por favorecerse a sí mismo en la compra-venta de terrenos propiedad del municipio de Aguascalientes, siendo su Presidente Municipal. Ahora la dirigencia estatal panista, en todo un sainete, sostiene que el mencionado juzgador puede ser acusado de desacato “al ignorar con argumentos irrisorios que denotan una extraña complicidad con los intereses contrarios al candidato panista, pues a pesar de haber dejado sin efectos el auto original, ha resuelto lo mismo, burlándose así del Poder Judicial Federal y de la Constitución”. Los hidrocálidos habrán entonces de esperar hasta el día cuatro de este mes, pera ver por quien se inclina la balanza. Mientras, el panista espera con un amparo en su bolsillo…

En Tamaulipas tampoco pinta muy bien la cosa: El candidato del tricolor, Rodolfo Torre Cantú fue asesinado la mañana del  28 de junio –hace apenas tres días-  junto con cuatro de sus ayudantes y al día siguiente, el actual gobernador Eugenio Hernández ya estaba emitiendo declaraciones en el sentido de atribuir al crimen organizado el atentado en el que perdiera la vida el candidato aludido. Aunque precipitada, ésta es una acusación sumamente grave, pues denota el grado de inseguridad  en el que se encuentra inmersa la entidad, donde al parecer, las mafias no solo se dan el lujo de imponer en los cargos de elección popular a personas de su agrado, sino de suprimir de hecho a aquellos quienes no son de su agrado  y así parece ser el tema de Torre Cantú. A ver si su hermano Egidio, recién nombrado en sustitución suya el día de ayer, no corre la misma suerte, pero en este caso la pregunta obligada es ¿acaso no había un candidato suplente? la respuesta se la dejamos al lector……

En todos los casos anteriores, existen varias constantes: todos los aspirantes –aun siendo mencionados como por uno de los tres grandes (PRI, PAN o PRD), representarán en los comicios a diferentes alianzas en donde sus organizaciones políticas originarias tienen la primacía en la aportación y el manejo de los recursos que se alleguen; todos ellos tienen una larga militancia y provienen de cargos de elección popular, ya sea que anteriormente hayan ocupado presidencias municipales o alguna curul. Gabino Cué Monteagudo, el candidato de la alianza PRD-PAN-CONVERGENCIA-PT, no es la excepción: en el pasado reciente,  se le ha criticado por apoyar primero a Andrés Manuel López Obrador, para buscar su curul como Senador de la República, puesto que ostenta actualmente y desde el que se dice ha otorgado reconocimiento presidencial a Felipe Calderón para lograr su apoyo a la gubernatura. Sin embargo, congruente con su militancia, Cué apoyó el movimiento de los maestros de la APPO en contra del actual mandatario oaxaqueño Ulises Ruíz, de extracción priísta y a quien ha criticado muy duramente. Aunque es el candidato nominado por la mayoría de la militancia perredista de Oaxaca, ha enfrentado oposición en el pasado reciente por sus nexos con los ex gobernadores priístas Diódoro Carrasco y José Murat, de quienes se dice han financiado su campaña.

En Sinaloa, las cosas no están menos revueltas: el pasado día doce de junio, fueron arrojadas varias bombas molotov a la sede panista en Culiacán y el 18, las del PRD corrieron la misma suerte, junto con las del candidato del PRI a la alcaldía de Ahome, acciones que se cree fueron perpetradas por las mafias sinaloenses con objeto de intimidar a los votantes y por si fuera poco, las dirigencias nacionales del  PAN, PRD, PT y Convergencia han interpuesto una demanda contra el gobernador Jesús Aguilar Padilla, funcionarios de su gobierno y   miembros del Consejo Estatal Electoral, demandándolos penalmente por ilícitos electorales y daño patrimonial con recursos públicos. Casi nada….

Pensará usted que las mencionadas elecciones en nada afectan a los sonorenses ¿verdad? Pero recuérdelo: estamos en tierra de Manlio Fabio Beltrones, el mago de la astucia y los trapicheos y si les sucedió a los zacatecanos y tlaxcaltecas con el PRD y el PAN, un cambiecito de ese tipo en las beltronescas manos, bien nos puede afectar a nosotros. Además, sírvales el cuento a las actuales autoridades: en la mayoría de los casos, a los candidatos mencionados les están pasando factura y lo mismo les puede pasar a ellos. Quede así para el recuerdo el incendio de la guardería ABC y el costo político que tuvo para el priísmo sonorense.