Debido a un virus de la mancha blanca más agresivo que en temporadas anteriores, la camaronicultura de Sonora está amenazada este año por el desastre.

De acuerdo con técnicos de diversas granjas acuícolas consultadas, los parques de Mélagos, Atanasia, Siari, Tóbari, Santo Domingo e incluso en Hermosillo presentan una alta mortalidad de crustáceo.

La mortandad es tan grave, se aseguró, que de 20 larvas sembradas por metro cuadrado, sólo sobreviven una o dos a la enfermedad.

Aunque el único parque que se salva es el de Cruz de Piedra, en la zona de Empalme, hay algunos como el de Bahía de Lobos donde debió cosecharse ya la producción para evitar más pérdidas, se dijo.

El virus de la mancha blanca ya estaba presente en zonas de camarón silvestre a inicios del periodo de siembra, en abril pasado, se informó, e incluso en Sinaloa se presentó desde tempranas fechas, pero nadie imaginó que hubiera mutado para volverse más agresivo.

Los esfuerzos por controlar la enfermedad adoptados por el Comité de Sanidad Acuícola del Estado de Sonora (Cosaes) llevaron incluso a cerrar la frontera con Sinaloa, pero recientemente volvió a abrirse, se afirmó.

Este jueves en Hermosillo se desarrolló una reunión emergente del Cosaes para tratar el tema, se expuso, con la finalidad de tomar medidas drásticas pero poco se ha dado a conocer a la opinión pública.

Según la literatura sobre el tema, los camarones infectados se ponen rojos y en el interior de sus caparazones les aparecen manchas blancas de entre 0.5 y 2 milímetros de diámetro, que son depósitos anormales de sales de calcio.

Se indicó que esta enfermedad provoca la muerte masiva de los camarones y puede afectar al l00% de la población en un lapso de tan solo tres a diez días desde la aparición de estos signos, especialmente en el caso de camarones juveniles.

Varios estudios han demostrado la influencia que pueden tener los factores estresantes del camarón en el desarrollo de la enfermedad como por ejemplo la alcalinidad, el pH, el amonio no ionizado, la temperatura, la flora bacteriana, entre otros.