Recuerdo hace más o menos un año cuando la sociedad mexicana en su conjunto esperábamos a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación definiera sobre el ejercicio de su facultad de atracción en el caso de la guardería ABC.

Pero los ministros primero se fueron de vacaciones.

Recuerdo el pasado diciembre, cuando teniendo apenas algunos pocos meses en el encargo, muchos altos “servidores” públicos, desde la administración estatal y muchas de las municipales, recién electos, con todas las incumplibles promesas, los problemas encima, la gran curva de aprendizaje, los déficits denunciados, etcétera… decidieron irse de vacaciones.

Me refiero a esto porque los pendientes y grandes asuntos de la agenda pública, los problemas de la población, ésos de los que prometen tanto resolver, ésos no se toman vacaciones, por el contrario, siguen acechando y cobrando facturas. ¿A quién? Obviamente no a ellos, sino a la población.

Estas semanas, muchos de ellos también se encuentran de vacaciones.

Muchas veces los políticos me preguntan por qué la gente les critica todo cuando están en algún puesto de Gobierno. Mi respuesta es siempre la misma: Además de que se convierten en especialistas en pretextos (en el porqué no se puede cumplir todo lo que prometieron cumplir), específicamente molesta e indigna la gran inequidad y enormes privilegios de los que gozan, muchas veces sin tener mayores méritos que ser hijo de, hermano de, amigo o compadre de.

Nota importante: Ganar una elección no es un mérito, salgan del error, es un compromiso. Miles de personas los eligieron para lograr determinados resultados, cumplir promesas, dar resultados. Por lo mismo no “se merecen” absolutamente nada por ganar una elección.

Precisamente para ejemplificar una de las tantas inequidades y falta de sensibilidad, están las vacaciones. ¿En qué trabajo normal o que no sea el Gobierno, además de los inigualables salarios (aquí en Sonora), se otorgan vacaciones sin cumplir el primer año que establece la Ley?

Por eso los trabajos en “el Gobierno” son tan peleados.

O bueno, igual se pueden ir a la Serie del Caribe cuando gusten, ¿por qué no?

En fin, estoy totalmente de acuerdo que el nivel de responsabilidad es alto, que tienen extendidos horarios de trabajo, que sufren muchísimo, pero deben entender que su compromiso en estos cargos debe ser completo y que tienen tiempo de caducidad. Y, principalmente, ¡que fueron ellos los que quisieron estar ahí!

Por lo pronto, es importante decir que no estoy contra las vacaciones cuando son merecidas. Habría que preguntarnos si usted, como yo, como los supuestos jefes, que pagamos sueldos, carros, viajes y todo lo demás ¿estamos verdaderamente conformes con los resultados?

En La Lupa: ¿Huevo o gallina?

Javier Gándara decidió no irse de vacaciones hasta que el problema del agua esté solucionado. O por lo menos eso escuché. Después de todo solamente tres años de Gobierno se pasan rápido (ya en un par de meses cumplirán el año).

Como sea, el problema del agua, desde la actividad municipal, es un tanto difusa.

Ante eso debo darle crédito a una de las quejas del movimiento que se opone darle agua a Hermosillo: La falta de medidores en la ciudad capital.

Según sus datos ni el 50% de los negocios o viviendas tienen medidores que permitan un cobro efectivo del servicio, evitar su real desperdicio, etcétera, etcétera.

Leovigildo Reyes, nuevo director de Agua de Hermosillo, señaló en entrevista telefónica con el periodista Luis Alberto Medina, que primero había que tener agua y luego medidores.

Obviamente esa declaración me hizo reflexionar. Hasta dónde el dilema es de esos círculos viciosos donde varios elementos son parte del mismo problema y, por posiciones absurdas como ésa, se llevan años sin resolver ni uno… ni el otro.

Ni el abasto, la red ni los medidores...

Y mientras tanto seguimos no igual, sino peor.

Debo señalar que esto no cambia mi idea en torno al agua como un bien público mundial, sin dueños naturales ni artificiales, que debe ser distribuida y redistribuida con el consumo humano como prioridad, pero sí nos habla de la necesaria congruencia en una propuesta que debe ser integral.

En fin, las soluciones están donde uno las quiere encontrar.

¡Feliz previernes!

Guillermo Noriega Esparza

Internacionalista, UNAM y director de Sonora Ciudadana A.C.

Correo: noriega@sonoraciudadana.org.mx