Para evitar enfermedades debido a las altas temperaturas, es necesario evitar, en lo posible, la ingesta de comidas y aguas de sabor que se venden en puestos ambulantes.
Mario Pablos Montes, director de la Unidad de Medicina Familiar número Uno del IMSS, indicó que el calor provoca una descomposición más rápida de los alimentos, lo que podría llevar también a problemas gastrointestinales.
“Hay que consumir muchos líquidos”, recomendó, “de acuerdo a la actividad de cada quien, pero lo normal para una persona que no tenga un trabajo en la calle, bajo el sol, la ingesta de agua natural es de tres litros diarios”, explicó.
En el caso de personas que trabajan a la intemperie, la cantidad de agua deberá incrementarse, aseguró, y es recomendable la ingesta de electrolitos, ya que los habitantes de la zona sur del estado pierden una gran cantidad de líquidos a través del sudor.
“Si tiene síntomas de deshidratación como una intensa sed, fatiga, es necesario que acudan a la clínica por electrolitos o suero vida oral, a través de la consulta externa o en los módulos de medicina preventiva”, afirmó.
En lugares del estado con un clima más seco no sólo es la pérdida de líquidos en el organismo lo que preocupa al IMSS, sino también los daños que pudieran provocarse en la piel, como la dermatitis solar.
“Se inflama la piel en todas las partes expuestas al sol, se pone de color rojo y es incómodo tener una comezón porque se inflama: es necesario tener hidratada la piel con lubricantes”, dijo, además de aplicar bloqueador solar como una forma de protección.