Con al menos 31 mil 432 cirugías de mínima invasión en el país, el IMSS apoya a los enfermos de la vesícula biliar.
El doctor José Manuel Sainz González, cirujano adscrito al Hospital General Regional (HGR) número 1, explicó que la proporción de pacientes que requieren esta cirugía es de 4 mujeres por un varón.
Casi todos los pacientes son mayores de 40 años, afectados por la presencia de cálculos biliares o pequeñas piedras compuestas principalmente de colesterol, sales biliares y lecitina, dijo.
Estos cálculos, explicó, provocan la obstrucción de la salida de la bilis, lo que deriva en inflamación de la vesícula, que causa dolor abdominal agudo, vómito y ocasionalmente fiebre.
El especialista recordó que la vesícula sólo es un órgano de almacenamiento, por lo cual puede extraerse sin consecuencia para el paciente, el cual continúa su vida normal.
Las molestias que inicialmente presenta el paciente son dolor en la región superior derecha del abdomen que posteriormente se irradia hacia la espalda o el hombro derecho.
Dijo que para el diagnóstico se practica el ultrasonido, el cual ayuda a visualizar el órgano y la pared de la vesícula, lo cual determina el estado agudo del padecimiento.
Cuando la pared de la vesícula es mayor a 2 o 3 milímetros de grosor es un cuadro agudo, el cual requiere manejo quirúrgico urgente.
Cuando dicha pared no supera estas dimensiones, médicamente el problema es considerado crónico, no causa molestias, por lo que se recurre a una operación programada.
El cirujano explicó que la colecistectomía laparoscópica consiste en introducir por el ombligo un tubo delgado, por donde pasa una cámara especial para que el cirujano pueda ver los órganos internos del paciente en una pantalla de televisión.
Se le hacen además otros tres pequeños orificios por donde se introducen instrumentos para efectuar la cirugía que representa un gran ahorro para la institución y para el paciente, ya que es una operación ambulatoria.