Más que un sitio para la toma de rayos “X”, las salas del Hospital de Zona Número Uno del IMSS son para la tortura.

A decir de derechohabientes e incluso personal del área, de las tres salas existentes para la toma de las radiografías, una ya desapareció porque el equipo se volvió inservible.

Las otras dos funcionan a medias y en una de ellas el intenso calor hace que los empleados anden sin la bata del uniforme y siempre sudorosos.

Esta queja la han enviado en muchas ocasiones a la dirección del hospital, reclaman, pero poco caso se ha hecho.

Hace unas dos semanas les dijeron que ya el aire acondicionado de la zona estaba arreglado, pero en la sala dos el calor sigue intenso.

Además, una fuga de agua en el baño impide una buena atención a los pacientes.

Desvestirse en el sanitario, con malos olores, es una tortura, dicen, porque la ropa del paciente o las batas del hospital se mojan pues no hay dónde colocarla.

E incluso hay ocasiones en que el empleado debe salirse mientras el derechohabiente se desviste en la sala debido a que no quiere entrar al pestilente baño.

Las puertas del sanitario han sido utilizadas como almacén al colocarse ahí muchas cajas de material utilizable en la toma de las radiografías.

A eso se le suma que la privacidad es un punto menos que importante para las autoridades del hospital, sostienen, porque ya se les ha reportado que las “chapas” de las puertas no sirven pero no las reponen.

“A veces te están tomando la radiografía y entra un empleado o bien otro paciente y eso es muy molesto”, dice una señora.

En la primera sala, destacan, aunque funciona mejor el aire acondicionado, la mesa para las radiografías no sirve para las tomas de pie, por lo que se batalla más.

“Hace mucho nos dijeron que iban a cambiar el equipo viejo, pero la verdad no se ve claro”, afirma uno de los empleados.

Y mientras la dirección del hospital sigue buscando una certificación de calidad, exponen, las deficiencias acaban con ese tipo de pretensiones.