HERMOSILLO.- Durante los primeros seis meses de 2010 se registró el fallecimiento en Hermosillo de 3 personas por sumersión, dos de ellos en viviendas y uno en un canal, además de la persona que pereció este viernes en el Real del Alamito al ser arrastrado su vehículo por la corriente de las lluvias.

Las defunciones por ahogamiento se presentan con mayor frecuencia entre los meses de verano y el riesgo se eleva en temporada de lluvias, señaló Carlos Gilberto Cáñez Gracia, Director General de Salud a la Persona.

Por ello, ante el panorama climático que prevalece en el estado, la Secretaría de Salud exhorta a la población prevenir este tipo de accidentes que la mayoría de las veces termina en hechos fatales.

En Santa Ana se ahogó una persona en un arroyo, mientras que en Ciudad Obregón fallecieron dos y otra persona más en Navojoa cuando se bañaba en un canal de riego.

Un panorama similar se vivió en 2009 cuando de 5 personas que fallecieron ahogadas en la capital sonorense, dos fueron niños que perdieron la vida en sus viviendas, y el resto el balnearios.

De 2008 a lo que va de 2010 los accidentes por sumersión han provocado la muerte de 16 personas en la entidad, los cuales sucedieron en casa, albercas, canales y arroyos.

El funcionario estatal dijo que este tipo de incidentes pueden ocurrir en cualquier época del año, sin embargo hay mayor incidencia durante las vacaciones de verano y temporada de lluvia, por lo que exhorta a padres de familia a mantener a los menores siempre vigilados para evitar accidentes.

También en 2008 en Hermosillo se registraron 4 defunciones por esta causa, de las que dos también fueron pequeños, pero que cayeron en cubetas por reservas de agua que mantenían en sus casas.

“Es importante cuidar, principalmente a los pequeños menores de 5 años, pues son ellos las víctimas más frecuentes, ya que no saben cuidarse solos y deben permanecer siempre ante la vigilancia de un adulto”, agregó Cáñez Gracia.

En albercas, reiteró, los menores deben bañarse siempre bajo la supervisión de sus padres, quienes son los responsables de su vida y además de vigilarlos de manera permanente, deben proveerlos de chalecos salvavidas a su medida y zapatos antiderrapantes, pero nunca confiarse en eso para dejarlos solos, pues los fallecimientos por sumersión ocurre en cuestión de segundos y generalmente son por descuidos.