Mientras los pacientes con 10 años de evolución de diabetes desarrollan hasta en 60% algún grado de retinopatía, la cifra se eleva al 90% en los de 20 años.
María Juana Sil Acosta, médico internista de la Coordinación de Atención Médica del IMSS, indicó que para estabilizar el metabolismo de los pacientes diabéticos, se aplica un programa que evita o retrasa complicaciones visuales.
En las clínicas del IMSS se practica un examen de detección o identificación temprana de retinopatía diabética, debido a que este padecimiento es la principal afectación visual provocada por la diabetes, señaló.
En la mayoría de los casos, sostuvo, los síntomas son escasos o nulos, por lo que los derechohabientes son turnados con el especialista para un examen oftalmológico completo.
Como en el resto del país, en Sonora un equipo multidisciplinario compuesto por enfermería, nutrición y trabajo social, se dedica a informar, orientar y educar a los acerca de la diabetes y sus consecuencias, además de brindarles atención médica.
Se organizan reuniones para los enfermos y sus familias, en las que se destaca la importancia de conocer la enfermedad y mantenerla bajo control, informó.
Como parte de la educación en materia de diabetes, lo fundamental es que las personas identifiquen los factores de riesgo como presión arterial alta y elevado nivel de glucosa, que pueden desencadenar otras afectaciones en el organismo, como daño en la retina.
Cuando la persona con diagnóstico de diabetes tipo dos es referida con el médico oftalmólogo, acude cada semana a consulta, ya que no sólo puede padecer retinopatía diabética sino otras enfermedades de los ojos que requieren atención inmediata, señaló.
Como enfermedad, la retinopatía diabética no puede prevenirse, citó, por lo que el mejor tratamiento es mantener un control estricto del metabolismo, es decir, llegar a niveles de glucosa sanguínea muy cercanos a los normales.