No importó el intenso calor que al mediodía llegaba a más de 40 grados bajo el sol. Tampoco importó la cercanía de los cientos de cuerpos que juntos subían la temperatura.
No importó esperar más de hora y media en el salón de eventos ni salir de casa en compañia de uno o dos niños y tomar el camión para llegar a tiempo al Centro Magno.
No importó ninguna incomodidad porque los 600 pesos en promedio que iban a recibir justificaban cualquier incomodidad.
Gente humilde, la más pobre de Cajeme, asistió gustosa a la entrega de apoyos económicos repartidos por el diputado local Raúl Acosta Tapia.
"Son alrededor de 600 beneficiarios y los apoyos pueden llegar hasta los mil pesos en el caso de estudiantes universitarios", precisa el diputado, aunque la gran mayoría de los estudiantes era niños de primaria y secundaria.
Es dinero que el Congreso del Estado entrega a cada diputado para que lo aplique entre sus representados.
Ante su incapacidad para combatir al desigualdad económica y social, los Congresistas han optado por regalar dinero.
No importa que este apoyo se esfume de la mano en las primeras compras para el ciclo escolar. A veces no alcanza ni para pagar la cuota que exigen los planteles, donde la complicidad de sociedades de padres de familia con directores y maestros es cobijada por las autoridades.
No importa nada al populismo rampante que reina en la sociedad sonorense. Populismo de panistas y priistas, autoridades y legisladores. Es lo mismo. Un dia regalan dinero los funcionarios, y al dia siguiente los hacen los legisladores.
Regalar dinero se ha convertido en el método más sencillo y redituable para ganar popularidad y hacer como que se preocupan por los pobres.
Arriba, en los presidiums, la clase política en su mundo dorado de jugosos salarios, prebendas, beneficios personales y familiares al amparo del poder, despilfarros y cinismo
Abajo, la mayoría, los que aguantan esperas y discursos a cambio de unos cuantos pesos que no aliviarán su pobreza. Sólo un apoyo para despertar al otro día en la misma desesperanza de siempre.