Y aunque parecía difícil de cumplir, sobre todo por los intereses comerciales en juego, la gran mayoría de las tienditas escolares vendieron en este primer día de clases alimentos sanos recomendados por la Secretaría de Educación y Cultura.

La escena común en las escuelas visitadas era la de niños bebiendo agua purificada de marca o aguas de sabor como cebada, horchata, limonada y jamaica.

Los refrescos embotellados brillaron por su ausencia, y en algunas tienditas donde todavía tenían algunas cajas, se disculparon argumentando que habían sido pedidos antes de empezar el ciclo escolar y que pronto pasarían a recogerlos.

Hortensia Portela, encargada de la tiendita en la secundaria "Sara Vega", explicó que la preparación de los bocadillos fue de acuerdo con las indicaciones giradas por la SEC.

Las tortas, las hamburguesas y los molletes son en medio pan, para evitar que los alumnos consuman muchos carbohidratos, dijo.

Incluso al pan de los molletes se le sacó el migajón y en los preparados se eliminaron la mayonesa y la mostaza, explicó.

Lo mismo se hizo con alimentos dulces, como las paletas de hielo, a las que se les redujo el azúcar.

Los pastelitos y galletas industrializadas fueron sustituidas por panecillos integrales.

En vez de Sabritas, Tostitos y otras fritangas de marca, se vendieron frutas en tajadas o picadas como "pico de gallo".

Un recorrido por varias escuelas nos permitió constatar que la mayoría de las cooperativas o tienditas cumplieron con las disposiciones de la SEC.

Los inconformes

Pero los que se manifestaron algo inconformes con este camio fueron los propios beneficiarios, es decir, los alumnos.

Como ellos están en una edad en la que no se preocupan por su salud ni por la figura corporal, opinaron en contra de sustituir los alimentos chatarra por otros más nutritivos.

"Son más buenas las papitas... me gusta más la soda de botella bien helada... extraño los Tostitos..."

Opiniones como éstas fueron las comunes al platicar con los chamacos.

En el exterior de una escuela primaria encontramos incluso a un repartidor de  Bimbo Marinela quien expresó su desencanto por las bajas ventas de este día.

"Sólo podemos vender pan integral y galletitas integrales, nada más. Los productos que más se venden están prohibidos en las escuelas".

Afuera y cargando sus charolas de pastelitos que le pidieron regresar, el repartidor tenía una expresión resignada y veía a los niños con mirada de Gansito, como queriendo decirles:

"¡Recuérdame"!