Rosalva Emilia Rodríguez Navarro tiene 37 años, dos hijas pequeñas y una severa miopía que le impide laborar normalmente.
Ella, sus hijas y su madre viven en una pequeña casa de fibracel, con piso de tierra, techo de lámina negra y apenas ventilada por dos o tres pequeñas ventanas.
Viven allí, en la calle 23 Regimiento de la colonia Russo Vogel, desde hace treinta años, "cuando todo alrededor eran puras tierras de siembra", dice.
En estas tres décadas el entorno ha cambiado, se pobló de casas y poco a poco los vecinos han ido construyendo sus viviendas con ladrillos, cemento y mucho esfuerzo.
Pero a Rosalva y a su madre no les alcanzó para tanto y debieron seguir con su humilde casa de fibracel donde se mantienen con lo que les da el exposo de la muchacha.
Así podrían seguir otros veinte o treinta años quizás, si no fuera porque a partir de este año tendrán una casa nueva, en el mismo terreno, hecha de bloques de concreto, cemento y piso de cemento.
Una casa más de las 1,500 que promete construir el alcalde Manuel Barro Borgaro en los próximos dos años a través del programa Vivienda Digna.
El reto es enorme pero el Alcalde confía en alcanzarlo. Hoy, al colocar el primer bloque de la vivienda que tendrán las Rodríguez Navarro, Barro reiteró que en menos de un año se construirán 700 casas más para igual número de familias que viven en casas de cartón.
Y las otras 800 estarán listas en el tercer año de la presente administración.
Eso dijo el Alcalde y todos le aplaudieron, especialmente el regidor Guillermo Patiño.