Cuando las vi no las conté, hubiera sido imposible, pues pasaron volando por donde estábamos parados tomando otras fotos, así que casi al azar tomé la foto con que empieza este escrito.

Ya después con todo el tiempo del mundo y viendo la foto en la computadora, me puse a contarlas y según yo hay 70 aves en la foto, entre Garzas y Burros de Agua, por lo menos así me dijo Manuel que les dicen a unas aves que tienen un aspecto muy raro. Son del tamaño de las Garzas, pero del cuello para arriba son totalmente distintas, los Burros de Agua tienen un cuello corto, cabeza gris y un pico prominente que parece trompa de burro, (supongo que de ahí su nombre), ojalá si alguien sabe algo más sobre estas aves me pudiera compartir algo sobre ellas.

De lo que sí me di cuenta es que el ver el vuelo de estas aves trasmite una tranquilidad inexplicable, aletean pausadamente y planean de una manera sensacional; la forma aerodinámica que adoptan al volar se los permite, pues son sustancialmente distintos en el aire a como cuando están en tierra, adonde son de movimientos torpes y lentos. Se alimentan en los canales y en estos días en que están soltando agua por ellos, al traer una buena cantidad de peces, estas aves hacen su agosto y se juntan en parvadas muy grandes, como con la que tuvimos en suerte toparnos.

Las encontramos por allá del rumbo entre Buenavista y Los Hornos, zona en la que se desarrollan principalmente actividades de cría de ganado, pero que considero está lastimosamente desperdiciada, pues si las autoridades tuvieran idea de lo que es el ecoturismo, apoyarían el desarrollo de esta zona para ello.

En esta zona la biodiversidad animal es riquísima, se encuentran de muchas especies, desde venados (a los que algunas personas sin escrúpulos ni idea se dedican a tirarles no importa si son hembras, machos o críos), coyotes, armadillos, liebres orejonas, víboras de diversos tipos, dicen que hasta jabalíes se ven por ahí de vez en cuando; en cuanto a las aves, la variedad es amplísima también, mencionaré a las que me ha tocado ver e identificar: cardenales, chureas, cholis, cuervos, cenzontles, piturríos, queleles, zopilotes, auras, pericos, pájaros carpinteros, gavilanes, halconcillos, chuparrosas, chanates, chanatillos, carboneros y algunos otros que escapan a mi memoria en este momento.

La biodiversidad florística también es de llamar la atención, de eso no me atrevo a opinar mucho pues nunca he sido bueno para identificar plantas, pero de que hay de muchas variedades, las hay.

Mencionaba un par de líneas arriba, que esta zona tiene un potencial fabuloso para hacer ecoturismo, pero ecoturismo de a deveras, no de ese en que llevan la hielera y recogen todas las latas que se beben sintiéndose muy integrados con la naturaleza.

De acuerdo con la Organización Mundial de Turismo, una de las definiciones de ecoturismo es:

“El ecoturismo o turismo ecológico es la actividad turística que se desarrolla sin alterar el equilibrio del medio ambiente y evitando los daños a la naturaleza. Se trata de una tendencia que busca compatibilizar la industria turística con la ecología.

El ecoturismo está vinculado a un sentido de la ética ya que, más allá del disfrute del viajero, intenta promover el bienestar de las comunidades locales (receptoras del turismo) y la preservación del medio natural. El turismo ecológico también busca incentivar el desarrollo sostenible (es decir, el crecimiento actual que no dañe las posibilidades futuras).

Los principios del ecoturismo suponen el respeto por la cultura del lugar anfitrión, la minimización del impacto negativo que causa la actividad turística y el apoyo a los derechos humanos. Pese al auge del ecoturismo, no existe una reglamentación clara al respecto. Hay quienes incluyen en el ecoturismo a cualquier actividad turística que suponga el contacto con la naturaleza, algo que es erróneo ya que muchas de esas excursiones causan graves daños al ecosistema.”

Les  invito a que hagan ecoturismo basándose en la definición anterior; no esperemos a que las autoridades apoyen proyectos ecoturísticos, se les pueden morir todos los queleles esperando. Hay que hacerlo con la familia y con los amigos más cercanos, verán que todos lo disfrutarán en grande. El riesgo es que si ponen como condición que no se deben llevar cervezas ni licor, lo tengan que hacer ustedes solos, como me ha pasado a mí.