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Es muy probable que las declaraciones de quien hace apenas unos meses fuera el responsable de la seguridad pública en Nuevo León, Alfredo Fasci Zuazúa hayan causado escozor a los mandos actuales de la policía y el gobierno mismo de la república al declarar que en Nuevo León ya hay un mando único de la policía y éste lo ejerce a plenitud el narcotráfico. Tales afirmaciones que hubieran salvado muy bien las conclusiones de los llamados “Diálogos por la Seguridad” que encabezó Calderón en días pasados y en las que nada más hubo más de lo mismo, las hace, don Alfredo, en el marco de una reunión para integrar el llamado “Movimiento Patriótico para la paz y el Renacimiento de México”, mismo que estará compuesto por organizaciones civiles, empresarios y ciudadanos; traducción: empresarios, organizaciones civiles y ciudadanos que han quedado en el desamparo tras el rebasamiento de que han sido objeto las diversas dependencias encargadas de la seguridad pública a lo largo y ancho de la república. Como primer acción, el referido movimiento, --- que no es otra cosa que una fiel respuesta a la inutilidad de los mencionados diálogos calderonistas—estará entregando 40 mil pañuelos blancos a los aficionados que asistan a los próximos encuentros futboleros y se expresen a favor de la paz y el fin de la violencia que mantiene a los regios al borde del caos y el horror, merced a la violencia, el secuestro y los asesinatos que se cometen a diario en la otrora pacífica sultana del Norte. No sé tu, lector, pero como me temo que en vez de 40 mil, el tal Movimiento que seguramente gozará de buena acogida por los ciudadanos, de todo el país, tendrá que mandar hacer por lo menos algunos millones de pañuelos que tendrán que estar ondeando (a falta de una clara respuesta de la autoridad) en la Mexicana del Pacífico, ahora que estamos a punto de que se cante el béisbol en el Pacífico mexicano, lo mismo que en la frontera norte y allende el sureste mexicano. El clamor es generalizado y la capacidad de respuesta sencillamente pasa inadvertida.
FIERRITOS EN LA LUMBRE Ya decía el columnista que la clásica sonrisa de la Barbie, al estilo de la Gioconda, que nos mostró el capo, al momento de su detención, nada tenía que ver con las “ científicas “ deducciones que nos daban psicólogos y peritos criminalistas; Se pedorreó, la Barbie, como lo sigue haciendo hasta la fecha, con “la caravana con sombrero ajeno” que durante unos días estuvieron haciendo los altos mandos de la Policía Federal Preventiva en voz del alto comisionado de la misma, Facundo Rosas, cuando al estilo de una de vaqueros, nos “ sorprendió” a todos, al hablarnos de los pormenores y la estrategia que, según él, dieron con la “captura” de Edgar Valdez Villarreal. La verdad sea dicha: la detención del “güero” fue absolutamente circunstancial y prácticamente como ocurre en la mayoría de los casos, por una falta mínima al bando de policía, en este caso, por una simple infracción de tránsito, en los momentos en que el capo circulaba, acompañado de otros dos vehículos, cerca del sector en el qque se detuvo y en el que no hubo, ni por asomo, enfrentamiento alguno, menos que éste halla opuesto resistencia alguna a su detención. Y por si quedara alguna duda, este es el parte oficial que la misma PFP rinde ante la SIEDO tras haber puesto a su disposición al reo: “Aproximadamente a las 18:30 horas del día 30 de agosto, oficiales pertenecientes a la Policía Federal realizaban “acciones de prevención del delito” y recorrían la zona. “Debido a las labores de inteligencia, se tenía conocimiento (de) que en el poblado de Salazar, perteneciente al municipio de Lerma, estado de México, se encontraban miembros de la delincuencia organizada”. Cuando los agentes circulaban a las orillas del poblado de Salazar vieron que un convoy de tres automóviles —un Chevrolet Cruze, un Chevrolet Malibu y un Ford Focus—, el cual los rebasó “a alta velocidad y sin precaución alguna”. Los policías siguieron a los vehículos, les pidieron que se detuvieran y después de seguirlos a lo largo de cuatro kilómetros de la autopista, los alcanzaron. Los oficiales federales pidieron a los tripulantes del convoy, sin saber quiénes eran, que bajaran de los autos. El parte de la Policía Federal también relata cómo fueron detenidos Juan Antonio López Reyes, Arturo Iván Arroyo Salas, Carmela Fernández Triana, Juan Antonio López Reyes, Arturo Iván Arroyo Salas, Marisela Reyes Lozada, Maritzel López Reyes y Valentino Landa Coronado, quines viajaban en los autos Malibu y Focus.
Es importante destacar que las personas aseguradas al momento de tomarles sus generales manifestaron lo siguiente. Dice el parte de la PF: Sugerencias y comentarios; premiereditores@hotmail. Com |
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