Ahora resulta que los pájaros le tiran a las escopetas: un guardia de seguridad del CUM agredió a su supervisor sólo porque lo encontraron dormido.
A eso de las 3:30 horas, Armado Díaz de 43 años, con domicilio en calle Paseo Las Fuentes de Villa Bonita, en vez de cuidar las instalaciones se acomodó para echarse una siesta.
En eso estaba cuando llegó el supervisor, César Armando Ochoa Ochoa, de 34 años, residente de La Tinajera, y le llamó la atención.
El guardia, al parecer bajo el efecto de algún depresor, agredió con la linterna a su superior en plena nariz.