Un típico ajuste de cuentas del crimen organizado fue el asesinato de tres personas en un establo de Cócorit, según las primeras investigaciones.

Y es que, de acuerdo a información policial del estado de Sinaloa, Reyes Castro Molina, de 48 años, había perdido ya a varios familiares ejecutados por grupos delictivos.

Sus sobrinos Arturo y Germán Martínez Castro fueron encontrados muertos en el municipio de Álamos, Sonora, hace sólo unos días.

El oriundo de Los Mochis, Sinaloa, estaba al parecer en la mira de bandas rivales en el mundo de las drogas, se indicó, como lo muestran las narco mantas aparecidas en su ciudad natal en el que hacen referencia a su persona.

Conocido como “Rey Castro” apareció en un narco mensaje descubierto junto a los cadáveres descuartizados de dos jóvenes en Sinaloa de Leyva.

Además, cinco muchachos de la colonia Rubén Jaramillo, de Mochis, entre los cuales se encontraban sus sobrinos habían sido levantados la semana pasada.

Castro Molina era el dueño de un establo en construcción en el predio “Bacerán”, en Cócorit.

Ahí, un comando como de doce individuos lo mataron junto con Pablo Rodríguez Quintero, soldador, y Manuel Zing, de 23 años, de la colonia La Estrella, en Cócorit.