Aunque los medios de comunicación y las autoridades sólo voltean a las colonias populares para hablar de la violencia, drogadicción, falta de servicios y otros problemas sociales, en estos sectores conviven miles de jóvenes y adultos que trabajan arduamente para salir adelante en forma digna y alcanzar la superación personal.
Hombres como Rogelio Baldenebro dedican muchas horas de su descanso a formar a los más chicos en el deporte y orientarlos para que lleven una vida sana. Lo hacen por vocación, porque quieren impulsar cambios positivos entre su gente.
Rogelio es uno de los muchos y muchas entrenadores deportivos que convocan a niños y jóvenes, forman equipos, organizan torneos, los instruyen en alguna disciplina, y así trabajan todo el año. A ellos se acercan políticos y autoridades para ofrecerles apoyos y aunque ellos los aceptan, no se van con la “finta”, sólo toman lo que consideren favorable para sus proyectos y siguen adelante sin más satisfacción que el deber cumplido.
Él y su hermano Manuel han escogido el boxeo para formar sanamente a niños y jóvenes. Aunque tienen un “establo” donde entrenan a boxeadores profesionales, también dedican una buena parte de su tiempo libre a la tarea formativa.
Rogelio tiene un taller mecánico, duro trabajo que no le quita la energía necesaria para dedicar las tardes – noches y fines de semana a sus actividades comunitarias.
Con la guía de los hermanos Baldenebro, muchos jovencitos de la colonia Cajeme, Benito Juárez y otros barrios populares, han aprendido que el boxeo no sólo es un espectáculo profesional sino ante todo una disciplina de defensa personal que ayuda a llevar una vida sana y alegre, como corresponde a la vitalidad juvenil que derrochan sobre el ring de entrenamiento o en las horas que pasan brincando la cuerda, pegándole al costal y a la pera, haciendo sombra o midiendo fuerzas con algún compañero.
Actualmente los Baldenebro y su gente entrenan en el módulo deportivo de la colonia Benito Juárez. En un espacio que estaría abandonado e inservible si no fuera por el empuje que le han dado estos promotores del deporte.
De la misma manera, muchos políticos, autoridades municipales y diputados, reciben una amable invitación para que se involucren con más compromiso en el impulso de proyectos como éste. Algunos aceptan el compromiso, otros hacen como que sí pero no, y al final algo queda.
El boxeo es el deporte más duro, más sacrificado e ingrato, reconoce Rogelio en su plática, pero también es una disciplina que te ayuda a fortalecer tu organismo y a enfrentar la vida con dignidad.
Aunque en esta área sólo promueven el deporte amateur, afirma que algunos de los practicantes tienen talento natural y condiciones necesarias para incursionar en el profesionalismo, y así los lleva, poco a poco.
Pero lo importante, asegura, es darles a los jóvenes y niños una opción de vida sana.