Desconozco si al señor secretario de Seguridad Pública en el estado, Oscar Munro Palacios le dé por leer la síntesis de prensa que seguramente le envían, todos los días, sus encargados de prensa, pero, por si le interesa, a mi me llamó la atención el grito de auxilio del alcalde de Tubutama, Sonora,  Santos Castañeda Barceló y que se publicó ayer en todos los diarios de la entidad.

Se había sabido, de siempre, que los habitantes de la sierra, tanto de aquí como de Sinaloa u otros estados del país, se habían visto en la necesidad de emigrar con rumbo a los Estados Unidos, pero por falta de trabajo. Michoacán y Zacatecas, por ejemplo, tienen el primer lugar en envío de remesas con rumbo a los pueblos que dejaron y que todavía hasta la actualidad aparecen, casi por simple trámite en el mapa nacional, pero la verdad es que están considerados como pueblos fantasmas lo que quiere decir que son varias las generaciones que siguen sin encontrar las oportunidades de empleo que les permitan brindar los elementales requerimientos mínimos de sustento para sus familias.

El nuevo jinete del Apocalipsis que se advierte, no solo en Sonora, que, conste, sino es varios puntos de la geografía nacional, es el de la inseguridad que por desgracia viene acompañado con violencia y muerte y en el que en forma colateral, ya ha empezado a afectar a quienes nada tienen  que ver con las actividades del crimen organizado, como el ocurrido en días pasados, en Hermosillo, cuando un grupo de sicarios, persiguió por algunas calles de la ciudad a otra persona a quien le dieron muerte a punta de balazos, en pleno  mediodía y en las mismas instalaciones de un negocio de pinturas. Ahí mismo resultó herido un joven muchacho que se hallaba laborando contiguo a la escena del crimen mismo que fue alcanzado por una ráfaga de metralla.

Lo que no se vale es que las autoridades nos quieran insultar al decirnos que Sonora es un  estado en calma y tranquilo como lo ha dicho cada vez que toma el micrófono el señor Munro que seguramente desconoce el grito de alerta que acaba de hacer el alcalde de Tubutama al afirmar que las ejecuciones y eventos violentos que se han registrado en el municipio y regiones cercanas, además de atemorizar a la población han provocado la renuncia de los pocos elementos de seguridad con que contaba la comandancia y que resguardaban esta pequeña población de apenas 1800 personas.

Según Castañeda Barceló, de los siete elementos que había, ya se fueron cinco, por lo que actualmente el poblado se halla al cuidado  de solo dos elementos. --- La gente vive con temor y han empezado a abandonar el pueblo, familias completas, otras, con dos o tres integrantes están emigrando a Caborca o Hermosillo”, dijo con tristeza e impotencia el munícipe.

FIERRITOS EN LA LUMBRE

En opinión de los que saben de asuntos legales, el anuncio hecho el miércoles anterior por el gobernador Guillermo Padrés en el sentido de que ya se designó la compañía que habrá de tener a su cargo la construcción  del acueducto Independencia, constituye todo un desacato al amparo otorgado a los solicitantes, miembros de uno de los muchos distritos de riego que conforman el Valle del Yaqui, bajo el expediente 865/ 2010. De acuerdo a los enterados y a los integrantes del Comité pro defensa del agua del Novillo que encabezan el ex alcalde Adalberto Rosas y Jaime Miranda, quienes ayer se reunieron con la prensa para hacer pública su inconformidad, el amparo en referencia iba encaminado, ante todo, a que se adjudicaran las obras del citado acueducto, por lo que se entiende que el gobierno del Estado ha caído en un abierto desacato al amparo concedido a los quejosos por la titular del juzgado octavo. Bueno, eso es lo que dicen los doctos de la materia. Habría que esperar a lo que seguramente tendrán que decir los asesores del gobierno del Estado y por supuesto, el mismo Padrés quien seguramente hoy saldrá a defender lo que sin duda constituye su obra señera.

Muy flaco favor le hace a su jefe político el senador Guillermo Tamborret cuando al salir en defensa de Calderón, dijo en referencia a los ataques que ha venido recibiendo el michoacano por revivir la frase usada en campaña de que López Obrador era un peligro para México, que, “el mandatario mexicano solamente recuerda lo que dijo en campaña y hoy los hechos le dan la razón”, cuando son precisamente los hechos y pobres resultados rendidos por Calderón luego de cuatro años de gobierno los que le dan la razón al Peje y a los miles de mexicanos que votaron por él en las elecciones del dos mil seis. A este respecto, tiene razón el consejero del IFE, Marco Antonio Baños cuando señala lo riesgoso que es reabrir “la profunda herida” que dejaron los comicios del 2006, “ porque nadie quiere repetir esos escenarios en las próximas elecciones federales con declaraciones que además adelantan el proceso de sucesión presidencial Y lo dicho comendador: es el mismo miedo que les invadió en el pasado proceso que hace que el fantasma de López Obrador amenace de nuevo las aspiraciones del PAN por mantenerse en el poder.

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