Ante el dramático crecimiento de la población mundial, las ciencias ambientales tienen enormes retos, sobre todo en la producción de alimentos saludables, destacó Erick de la Barrera Montppellier.

Al ponerse en marcha el Cuarto Congreso Regional de Ciencias Ambientales, organizado por el Instituto Tecnológico de Sonora (Itson), el científico del Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la Universidad Nacional Autónoma de México precisó:

No es que hagan falta alimentos, pues los mexicanos saben producirlos muy bien, sino que el problema es una mala distribución, al grado de que a nivel internacional México está entre quienes tienen una población desnutrida de entre 5% y 19%.

Es incongruente que mientras las ciudades se llenan de personas, afirmó, la zona rural se va quedando sola y es ahí donde se recargan los acuíferos y hay potencial para producir alimentos, pero no hay quien lo haga.

Con su conferencia “Seguridad alimentaria y cambio climático”, el también responsable del Laboratorio de Fisiología Ecológica y Ambiental de la UNAM en Morelia, Michoacán, precisó que el reto alimentario se complica debido al cambio global de origen antrópico.

Eso significa, subrayó, cómo la presencia del ser humano ha experimentado durante los últimos miles de años, y especialmente en los últimos 500, un crecimiento y cambios sin precedentes en su distribución poblacional.

Expuso que la relación entre la humanidad y su entorno provoca efectos ambientales que pueden ser muy distintos.

La mano del hombre puede conducir a la degradación de agua, suelo, aire y otros elementos naturales, enfatizó, sobre todo en zonas donde hay una economía de subsistencia que poco a poco aniquila la capacidad productiva de esos elementos.

De ahí el reto de producir más alimentos sanos ante una población en permanente crecimiento, sobre todo hacia las zonas urbanas, y, sobre todo, distribuir mejor esos alimentos.

El congreso fue inaugurado por el rector del Itson, Gonzalo Rodríguez Villanueva, quien instó a los académicos, investigadores y estudiantes a asumir el desafío de generar un desarrollo sustentable del medio ambiente en la región y el país.