Las obras de la plaza Alvaro Obregón obligan a la gente a caminar por la calle con el peligro de un accidente, pues no se previó esa situación a la hora de iniciar los trabajos frente al Palacio Municipal e incluso los sitios de estacionamiento se han reducido.
La buena noticia es que la transformación de la plaza ya no contempla el derribo de los viejos árboles yucatecos que allí se encuentran.
Las autoridades oyeron las críticas de la ciudadanía y dieron marcha atrás a la deforestación que originalmente estaba prevista en el proyecto.e