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Columna de Hierro En el último de los casos lo resolvemos a través del ultrasonido para saber de las condiciones en las que viene el futuro huésped de este valle de lágrimas. Quienes nos dedicamos a las tareas de la comunicación el Internet se ha convertido en una herramienta invaluable difícil de superar, tal vez, de aquí a los próximos 20 años en que la humanidad encuentre un instrumento más eficaz para mantener unido este cada vez más enmarañado globo que nos distancia en lo individual como seres humanos. Hastiado de tantos hechos de sangre en el que un día si y diez más también la nota roja en México nos ha puesto en el escaparate mundial, el columnista quiso saber qué otros temas se pudieran abordar en estos apuntes que no fueran los relacionados al ruido de la metralla, el llanto impotente de las madres y padres que ven como la guerra que libra el gobierno federal en contra del narco les ha arrebatado a sus hijos y, ¡oh!, desilusión, del otro lado del mundo nos dicen que además de ser el país que más muertos registra por hechos de sangre y ser los principales proveedores de drogas al país vecino, también somos uno de los países más corruptos del mundo. Para decirlo en términos prácticos. Obtuvimos un 3.1 de calificación donde diez es la máxima puntuación y entre 178 países, ocupamos el lugar número 98, apenas superados por Afganistán y Somalia, el más corrupto de los países sobre la tierra según el índice de percepción de la corrupción internacional. Lo anterior quiere decir, también que si en México ya contáramos con el sistema de referéndum, quien tendría que estar haciendo maletas en este momento, para abandonar la casa presidencial es don Felipe Calderón quien hasta el momento, después de cuatro años de ejercer el poder, sigue sin dar una en materia económica y ni qué decir de garantizar la seguridad de sus gobernados. En cuestiones de generación de empleos, mejor ni hablar. Fue lo primero que prometió y hasta el momento es el rubro en el que más deficiencias podemos encontrar. A tal grado que a estas alturas del llamado gobierno del empleo y las oportunidades, México está convertido en un país de “Ninis” (ni estudian ni trabajan) que a falta de empleo y oportunidades, son la principal fuente de abastecimiento para las filas del narcotráfico o bien, ser el principal blanco de ataque como ha venido ocurriendo en los últimos meses en Juárez y en Tijuana, ambas fronteras que se han visto sacudidas por la barbarie cometidas en contra de sus jóvenes, gente inocente que, como bien señalaban sus deudos en días pasados, de nada les sirve que la autoridad les llame para llenarlos de condolencias cuando su deber estaba en brindarles seguridad y menos sirve aun, que nos digan que en ambas tragedias, la PGR acaba de atraer el caso, si está más que visto que es precisamente la dependencia que dirige Arturo Chávez, la que más deficiencia demuestra a la hora de los hechos. Por igual, de nada sirven las comparecencias de los demás integrantes del llamado gabinete de seguridad, dígase Genaro García Luna o los secretarios de la Defensa y Marina cuando vemos el desmedido avance del crimen organizado y las constantes bajas de gente inocente que nada tiene que ver en esta guerra que no es la suya.
Ahora si, que alguien me explique. Si el buenazo de Pitágoras insiste en que 24 horas se cumplen de un día para otro, dos soles o dos lunas para el aborigen, del viernes anterior a la fecha han transcurrido ya cinco días, suficientes para que el gobierno del Estado haya dado cabal cumplimiento a la determinación emitida por la juez federal, Rosario Alcántar quien le ordenó al ejecutivo dejar sin efecto la licitación y ejecución del llamado acueducto el Novillo o Independencia, que para el caso es la misma gata. Y la duda del columnista y aquellos miles que siguen en su postura de defender el agua de la cuenca del Río Yaqui es por aquello de las declaraciones que acaba de hacer el gobernador Guillermo Padrés que haciendo como que la virgen le habla declara campechanamente que las obras del acueducto y del Sonora, Si, siguen en pie. Es más, ni siquiera hizo referencia al amparo concedido a los agricultores del sur del estado, mismos que, según su dicho, seguirán en pie de guerra, dispuestos a llevar hasta las últimas consecuencias la bomba detonada por el ejecutivo estatal, apenas meses después de que rindió protesta de su cargo. Tú no estás para saberlo, lector, pero de buena fuente se sabe que en las primeras horas del mes próximo, el alcalde de Cajeme Manolo Barro le estará pegando una buena sacudida al guayabo de la administración que preside. Incluso se habla de algunos funcionarios que antes de la llegada de noviembre ya han empezado a hacer maletas mientras que sus relevos ya hacen sus tiros de calentamiento y en cuestión de horas dejarán sus actuales trabajos en la iniciativa privada. Y en más de grilla, pero esto por rumbos de la efervescencia provocada por el relevo de Roberto Ruibal en el PRI estatal, apunte que el primero en levantar la mano para decirle si a los debates es el ex alcalde de Guaymas, Antonio Astiazarán, cuyo bajo perfil y endeble posicionamiento, le apura a buscar los reflectores de un debate con sus contrincantes, la ex diputada Claudia Pavlovich y el ex secretario de la CNC sonorense, Julián Luzanilla Contreras, quien también ya pasó por la diputación federal, además de otros cargos en la administración federal, experiencias que lo colocan como uno de los contendientes con mayores tablas, y posibilidades de salir airoso en los posibles debates y en el terreno que le busquen. Las autoridades del sector salud o quien corresponda, siguen sin atender el foco rojo que representa para la salud de los cajemenses, sobre todo la de los jóvenes, los servicios que, en plena calle, ofrecen las sexo servidoras del sector Cumuripa o en las afueras de algunas otras hospederías de mala muerte. Esto, sin descontar que en el caso de la Cumuripa, no son ellas, sino ellos, los que ataviados artificiosamente con formas de mujer, ofertan por igual sus caricias al mejor postor, con los consabidos riesgos a la salud para todos. Sugerencias y comentarios; premiereditores@hotmail.com |
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