Vivir con hemodiálisis
Francisco Gnzález Bolón
Domingo 07 de Novimiebre de 2010

Cuando en marzo de este año, la doctora de medicina familiar del IMSS en Hermosillo vio los niveles de hemoglobina de Lourdes Oralia Ríos Enríquez, no le permitió que se fuera de regreso a su casa.

La señora fue de inmediato internada en el Hospital General de Zona Número Dos del IMSS, porque su problema renal obligaba un tratamiento rápido y de calidad.

El tratamiento de hemodiálisis que por decisión personal ella llevaba en un hospital ajeno al IMSS, no le había ayudado a mejorar su estado de salud y ya había perdido un riñón.

Pero ese día que la doctora del Seguro Social decidió dejarla hospitalizada para su recuperación, su situación comenzó a mejorar porque su otro riñón ya no hacía su función natural.

Así comenzó a recibir el tratamiento de hemodiálisis y su anterior situación de requerir hospitalización hasta ocho veces en un mes, cambió totalmente desde que su médico familiar tomó la decisión de dejarla hospitalizada.

“Me dijo que no me podía dejar ir así, que me tenían que hospitalizar tanto por la hemoglobina como por la intoxicación que traía, de ahí me transportaron al hospital en una ambulancia.

“Estuve 10 días internada, me pusieron sangre, estuve en hemodiálisis hasta que me nivelaron las toxinas porque las traía muy arriba. Ya después de eso salí y no me han vuelto a hospitalizar”, recordó.

Antes del tratamiento en el IMSS, la señora pasó por una etapa de depresión muy fuerte, de la que no quería ni levantarse de la cama.

Ahora explica que con el tratamiento de hemodiálisis que lleva durante tres días a la semana por tres horas en cada sesión, todo ha mejorado, hasta su peso, porque de estar en 49 kilogramos, ahora está ya en 54.

“Ahorita estoy comiendo muchas cosas que estaban prohibidas. Mi situación mejoró mucho desde que llegué al IMSS, porque para empezar no estoy internada y gracias a las hemodiálisis me siento muy bien.

“E s más, antes no  comía ni plátano ni naranja ni mango, lo tenía prohibido por el potasio, siempre andaba deseando poder comer esos alimentos, ahora los como con medida, pero puedo comerlos porque hasta la fecha no se me a vuelto a subir el potasio”, manifestó.

La atención que recibe no sólo se encierra a los tratamientos de nefrología del IMSS, que en Hermosillo ha brindado cerca de 20 mil sesiones de hemodiálisis y más de 36 mil en Sonora, sino que requiere de una atención interdisciplinaria en donde también participan el departamento de nutriología y de cardiología, ya que su situación le ha provocado también algunos problemas del corazón, que son atendidos en la Unidad Médica de Alta Especialidad del IMSS (UMAE) en Ciudad Obregón.

“Me siento muy diferente con ganas de vivir, de tratar de estar lo mejor posible”, dijo.

 Y afirmó que continuará apegada a su tratamiento en el IMSS, atendiendo las indicaciones de todos los especialistas para poder ser candidata a un trasplante de riñón, que le cambiaría la vida y eliminaría su gratuito tratamiento de hemodiálisis.

 

Atienden hasta por la noche para hemodiálisis

Un total de 19 mil 358 sesiones de hemodiálisis en pacientes con insuficiencia renal crónica se proporcionaron de enero a septiembre en el Hospital General de Zona Número Dos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Hermosillo.

El doctor Mario Enríquez Rivas, nefrólogo del hospital, informó que el tratamiento de hemodiálisis se proporciona durante tres turnos diarios y durante el horario nocturno pueden acudir personas que necesitan dedicar las horas del día a su trabajo.

Señaló que los adelantos científicos y tecnológicos con que cuenta el Seguro Social, como el riñón artificial o máquina de hemodiálisis, un método sustitutivo de la función del órgano renal, permiten mejorar la calidad de vida de estos pacientes.

El IMSS proporcionó en sus hospitales de Sonora un total 36 mil 623 sesiones en los primeros nueve meses del año.

El Seguro Social es la institución en el mundo que presta sus servicios al mayor número de población con diálisis.

La insuficiencia renal, agregó el especialista del IMSS, se caracteriza por la incapacidad el riñón para eliminar las toxinas que genera el organismo y que requiere de un proceso de purificación, es una enfermedad silenciosa que representa la tercera causa de muerte hospitalaria entre la población mexicana.

Enríquez Rivas reiteró que dentro de las medidas preventivas para la insuficiencia renal crónica, sobre todo en pacientes con diabetes mellitus e hipertensión arterial es principalmente la detección y control oportuno de los factores de riesgo de prevención de la enfermedad renal crónica y cardiovascular por el médico familiar.

 
 

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