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El drama de la balanza
R Sábado 14 de Abril de 2007

San Antonio, Texas.- Antes de su pelea contra “Travieso” Arce, Crisitian Mijares dejó parte de su energía en el esfuerzo por bajar de peso.

Durante la tarde del viernes pasó más de una hora sometido a un gran esfuerzo por bajar la media libra de peso que le sobraba para estar en la división supermosca.

Y lo logró, pero ya habrá de imaginarse usted a base de qué esfuerzos: baños sauna, diuréticos, nada de alimentos y otras medidas que sin duda le quitan un poco de la fortaleza que necesita para enfrentar esta noche al “Travieso”.

Además de su lucha contra la balanza, Mijares tuvo que estar la mañana de ayer en una oficina de Gobierno tramitando su seguro social y los impuestos, ya que sin ese registro puede perder parcialmente hasta el 30 por ciento del total de su bolsa.

La confusión a la hora del pesaje corrió a cargo de la televisora del Ajusco, la cual en un programa en vivo a todo México quiso engrandecer y llamar problema al pequeño sobrepeso del lagunero, pero el púgil en su segundo intento marcó las 115 libras exactas (52.163 kilogramos).

Mijares cuando por primera vez subió al escenario junto a su rival mochiteco, pesó 116 libras (52.617 kilos), por lo cual tuvo que quitarse el calzoncillo por completo, aunque sólo logró bajarle más de un cuarto de libra a la báscula, es decir 154 gramos, y se le recomendó pesarse en el mismo lugar minutos después.

Trotó por espacio de 15 minutos con una goma de mascar en la boca, para después meterse a un carro con los cristales arriba, ayudándole además la humedad que se dejó sentir ayer en esta ciudad, con lo cual logró bajar los gramos que registró de más.

Ya con poca prensa, Cristian subió con tranquilidad a la báscula y dio el peso fijado.

“No pasa nada, eran 300 gramos que los bajé caminando, ellos (refiriéndose al equipo de Arce) quisieron hacer problema para sacarme de concentración, pero no lo lograron, no sufrí para dar el peso y estoy listo para pelear”, comentó Mijares.

Contrario a su rival, quien muestra enfado, desesperación y molestia por el sacrificio que implicó dar el peso correspondiente, al lagunero se le ve contento y emocionado por el choque, donde su inteligencia será vital para el duelo ante el sinaloense.