Con todos los aumentos que durante el presente sexenio se ha golpeado el bolsillo de la clase trabajadora, el pueblo está listo para cobrarle la factura al partido en el gobierno, aseguró Carlos Armando Muñiz Reyes.

El presidente de la Asociación de Vecinos pro Dignificación de las colonias de Cajeme manifestó que tanto a nivel federal como en los estados y municipios habrá voto de castigo para el gobierno panista.

Por ejemplo, citó, en el año el cilindro de gas de 30 kilos ha aumentado 22 pesos, en tanto que el de 45 kilos, 27 pesos y la Secretaría de Hacienda ya dijo que la tendencia es seguir con los aumentos mensuales en 2011.

Pero la gente se pregunta para cuándo subirán en la misma proporción que el gas y la gasolina los salarios de los trabajadores, enfatizó.

“El aumento al gas, gasolina y productos de la canasta básica generará mayor afectación a las personas que viven en situación de marginación y rezago social”, sostuvo.

Los gobernantes viven en otro mundo pues con los altos salarios que perciben no alcanzan a entender las necesidades por las cuales pasa el pueblo, declaró, a pesar de que el discurso habla de un combate a la pobreza.

“Más bien lo que se quiere es acabar con todos los pobres, de manera literal, va a ser la pobreza la que acabe con millones de mexicanos”, expuso.

Según datos de la Comisión Económica para América Latina y del Caribe, afirmó, la pobreza en México pasó de 31.7% al 34.8%, mientras que la OCDE ubicó a México como el quinto país con la inflación anual más alta, con una tasa del 4%.

A eso se le suma la afirmación del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, de que en este mes se perderán 262 mil empleos.

“Como podemos observar, las promesas de Calderón las está cumpliendo, nada más, que en sentido contrario: no generación de empleos, aumento y creación de nuevos impuestos, aumento a al gas y gasolina cada mes, aumento de violencia e inseguridad”, puntualizó.

Es tiempo, dijo, que como sociedad hacer algo para evitar que sigan pisoteando la dignidad como seres humanos.

“Es tiempo de que nuestros diputados y senadores legislen y vean por el bienestar de los que menos tienen; es tiempo de que nuestros gobernantes le restituyan al pueblo su dignidad con salarios realmente bien remunerados, que realmente satisfagan todas las necesidades que señala nuestra constitución y legislación laboral”, aseguró.