Tienen que batallar a diario con delincuentes, o con ciudadanos a los que no les gusta ser detenidos por una infracción ni por cualquier otra cosa.

Pero eso es poco con lo peor que deben enfrentar los policías: La incomprensión de una buena parte de la sociedad.

"Esto se debe a compañeros que realizan acciones indebidas, de corrupción, pero te aseguro que la gran mayoría no somos así", dice un agente que prefiere no dar su nombre.

"Nos castigan si damos declaraciones sin consultar a superiores", aclara.

A veces regresa uno a casa con el uniforme rasgado o de mal humor tras batallar con los detenidos o con la gente que no acepta ninguna llamada de atención; pero también la mayoría de los ciudadanos se portan bien con nostros, comenta.

Todo por seis

El de los policías es un trabajo de alto riesgo con bajos sueldos.

"El sueldo promedio de un policía es de 6 mil pesos", afirma el secretario de Seguridad Pública, Víctor Landeros Arvizu.

"Y a eso hay que restarle los descuentos por diversos conceptos. Realmente es injusto", añade.

En Cajeme hay 933 policías municipales y entre ellos se reparten a manera de estímulos los ingresos provenientes de Subsemun que el año pasado fueron por 25 millones de pesos.

"Es poco si se considera que a Hermosillo el Subsemun le entregó 80 millones, cuando el número de agentes es apenas un poco más alto que el de Cajeme", refiere.

Los estímulos económicos hacen el "extra" para el sueldo de los policías y se entregan de acuerdo a su labor, porque no es lo mismo alguien que está en barandilla o un puesto administrativo que un agente de grupos operativos, donde se arriesga más la integridad física, explica.

Landeros espera recibir más recursos de Subsemun ahora que se lleva a cabo la transformación de la estructura administrativa de las policías municipales.

Este proceso implica crear el grado de sargento y organizar los cuadros policiales. Por cada tres policías habrá un jefe de ellos y a la vez por cada tres jefes habrá un superior, y así hasta abarcar a todos los agentes en una priámide organizacional adecuada a la próxima creación de la policía única en el país.

Con poco sueldo, con un trabajo pesado, pero contentos, así celebraron su día los policías que asistieron a la comida ofrecida en su honor en los aristocráticos salones del Club Campestre.