La estética pecaminosa del lowbrow
Rubén Bonet
Domingo 23 de Enero de 2011

BARCELONA.- Si para los puristas de la voluntad, los ascetas, todo aquello que rebase colmar la sed o el hambre se convierte en exceso, en la barcelonesa galería Como me ves, te verás (CMTV) exploran en la exposición colectiva Away from Dios todas las desviaciones del deseo y la voluntad con la representación pictórica de cada uno de los siete pecados capitales, más un añadido muy contemporáneo, La Prisa, en clave lowbrow.

El término lowbrow (baja cultura) surge de un movimiento underground de arte visual que se dio en Los Ángeles, California, a finales de los setenta, también conocido como surrealismo pop, y que en ciertos ambientes impera en el mundo de la ilustración, desde el imaginario japonés con el trabajo de artistas como Yuka Yamaguchi, Takashi Murakami o Yoshitomo Nara, las atmósferas imposibles de los cómics, los murales chicanos y el mundo del tatuaje, hasta la estética que impone desde San Francisco la prestigiosa revista Yuxtapoz, con los estadounidenses Tim Biskup y Marc Ryden como artistas de culto de esta tendencia, cuyos antecedentes se podrían remontar al mundo onírico de las ilustraciones y pasajes del libro de Lewis Caroll Alicia en el país de las maravillas o al delirante Jardín de las delicias de Jerónimo Bosch (el Bosco), con un toque gore y cruelmente posmoderno.

La galería CMTV nació hace más de tres años con vocación de mostrar arte mexicano en Europa a la par que trabaja con artistas internacionalmente reconocidos, otros no tanto, de diversas procedencias y nacionalidades y que por una razón u otra forman parte de la escena pictórica de Barcelona. La especialidad de CMTV es el arte contemporáneo, el lowbrow y el arte urbano, y trabajan básicamente con artistas jóvenes poseedores de un lenguaje único y desenfadado, cuya obra raramente se exhibe en galerías tradicionales. En este contexto, la artista Norma Pons realizó, para las festividades del día de muertos de 2010, un altar dedicado al ingeniero mexicano Guillermo González Camarena, inventor de la televisión a color.

En la exposición colectiva Away from Dios se pretende hacer una revisión de un concepto con amplio desarrollo tanto en la cultura occidental cristiana como en las artes plásticas a lo largo de los siglos, y dotarla de actualidad, estando esos pecados capitales secularmente arraigados en el comportamiento humano a lo largo del tiempo. La galería CMTV, con el objetivo de actualizar este tema, ha propuesto desarrollar a ocho reconocidos artistas de distintas partes del mundo un pecado capital, con un formato determinado previamente (90 x 90 cm), añadiendo La Prisa a la lista oficial de pecados, cuadro de gran formato realizado por Sergio Mora, uno de los artistas predilectos de CTMV, que critica el impulso insondable de aceleración que define el siglo XXI simbolizado por los caracoles, el reloj de arena y un ejemplar de la seta amanita muscaria, psicotrópica, que pueblan slow ville. Los otros siete artistas invitados, uno por pecado, son los españoles Gonzalo Rueda (Soberbia), José Luis Serzo (Avaricia), Dani Torrent (Gula), el colectivo Rubenimichi (Lujuria), los estadounidenses Tim Hooper (Envidia) y Bethany Marchman (Pereza), y el neozelandés Matthew Couper (Ira).

Los ambientes oníricos, casi psicotrópicos, que observamos en los cuadros tienen la fragilidad de las evocaciones visuales efímeras, como esas veces que tratamos de recordar una imagen de un sueño y se nos escapa sin remedio en el complejo laberinto de imágenes mentales. Esa fragilidad extrema la podrían simbolizar los precarios tendederos que sostienen toda la riqueza del mundo y un poco más, una bolsa sin duda pesada con la que José Luis Serzo reprenta el pecado de La avaricia.

El lowbrow se caracteriza entre otras cosas por hacer gala del sentido del humor, ya sea con alegría agridulce o con sarcasmo, puesto que su origen se atribuye al libro The Lowbrow Art of Robert Williams (El arte de mal gusto de R. Williams), escrito por Gilbert Shelton en 1979, que incluía la autoparodia en el título propuesto por el propio pintor, en contraposición al término highbrow (alta cultura), puesto que esta modalidad artística, por sus orígenes populares y callejeros, no estaba admitida como tal dentro del mundo académico que regía las artes en Estados Unidos. Este ir a contracorriente, como les sucede a los “contraculturales” zurdos, y la ira despertada ante determinados aspectos incómodos y nada funcionales que los diestros ni se plantean porque el mundo de los objetos está hecho para ellos, piensen nada más en las tijeras, es el tronco del discurso utilizado por Matthew Couper materializándolo, con macabro sentido del humor, en la pintura La ira del zurdo.

El mismo sentido del humor que destila el cuadro La soberbia, representada por Gonzalo Rueda con un doberman al que unos perritos sin tanto pedigrí adulan con sus violines ejecutando la música que quiere oír, necesitada como está la soberbia de súbditos para reconocer la grandeza de sí misma: yo soy puesto que tengo ego.

Away from Dios es un experimento curatorial donde prevalece la calidad técnica de los artistas convocados, se nota que hay trabajo detrás, además de que los discursos plásticos se hilvanan a través de finos juegos de asociación y metáforas que nos actualizan los viejos vicios ancestrales, dando fe de que ni mucho menos han desaparecido, sino que más bien, observen la mujer entrada en carnes que representa a La Lujuria y el enorme bife que alumbra tal pulsión, gozan de una excelente salud y gran predicamento entre los mortales.

El que esté libre de pecado que tire la primera piedra, la cual, sin duda, se le regresará a su propio tejado.

Away from Dios, los siete + 1 pecados capitales, estará en exhibición hasta el 29 de enero en la galería Como me ves, te verás, en la calle Sant Pere més alt # 36, Barcelona.

 
 

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