Cd. de México.- Desnudos, y ante la mirada atónita de los transeúntes, cerca de 800 hombres procedentes del estado mexicano de Veracruz demandan hoy la atención del Senado de la República desde una céntrica avenida de esta capital.
Los manifestantes, integrantes del movimiento conocido aquí como "Los encuerados de los 400 Pueblos", se pasean en el cruce de las avenidas Paseo de la Reforma e Insurgentes, algunos en calzoncillos y otros despojados completamente de ropa.
Cubren sus genitales con una fotografía a todo color del actual senador Dante Delgado, otrora gobernador de Veracruz y a quien los inconformes acusan de represión durante su mandato, que se extendió de 1988 a 1992.
Los veracruzanos pretenden que la Cámara Alta repare en sus demandas de justicia contra Delgado, responsabilizado con el despojo de miles de hectáreas de tierras y violación de garantías individuales.
El 11 de diciembre último el movimiento de los 400 Pueblos, descendientes de los nahuas (grupo de pueblos prehispánicos de Mesoamérica) presentó la denuncia formal contra el senador, pero aún no reciben respuesta.
Cuando nos hayan escuchado regresaremos a Veracruz, dijo a Prensa Latina Alfonsina Sandoval, una de las tantas mujeres que viajaron junto con toda su familia a la capital mexicana, donde permanecen acampados hace dos semanas, en el conocido Monumento a la Madre.
Sandoval advirtió que si no reciben una pronta respuesta, entonces serán las mujeres las que se desnudarán en la vía pública para apoyar la demanda del movimiento.
No nos desnudaremos por morbo -aclaró mientras repartía volantes que respaldan la causa por la que protestan- lo haremos, como los hombres, para llamar la atención sobre lo desnudos de justicia que nos sentimos.
Alfonsina, de 46 años, indicó que no dudará en quitarse sus vestidos en protesta por el desinterés gubernamental, ya que han agotado varias instancias, desde huelgas de hambre y asambleas de resistencia hasta multitudinarias marchas.
"Justicia, Respuesta, Castigo", gritan en tanto hombres de todas las edades que se protegen del sol con sombreros y gorras mientras rodean el monumento a Cuauhtémoc, sobrino del emperador Moctezuma II, considerado entre los mexicanos un símbolo de resistencia.
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