A partir de este día serán reabiertos los puestos de ventas de cocos y raspados en la Laguna del Náinari.

El área fue cerrada temporalmente por órdenes de las autoridades sanitarias para evitar el riesgo de una contaminación por el afloramiento de aguas negras que surgieron al colapsar el drenaje sanitario.

Vendedores de cocos manifestaron su satisfacción por esta reapertura ya que, dijeron, los días que no trabajaron dejaron de percibir ingresos con los que sostienen a sus familias.

Por otra parte afirmaron que mantienen su rechazo a una reubicación donde ellos quedarían en un área cercana a la calle Kino para ceder su espacio a la instalación de restaurantes contemplada en el proyecto de remodelación de la Laguna.

Expresaron que eso sería como dividir este paseo en dos; uno para los pobres que estaría situado desde el muelle hacia el poniente, y otro para los ricos, desde la entrada por la calle Guerrero hasta el muelle.