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De gira por el estado de México para promover la candidatura de su cuatacho, Alejandro Encinas a quien ya sentó en la silla de jefe de gobierno del D.F, Andrés Manuel López Obrador se convirtió ayer en el único defensor y mejor detractor de Felipe Calderón, luego de los señalamientos de etílico que enderezaran en su contra diputados petistas y perredistas encabezados por Gerardo Fernández Noroña en plena tribuna del Congreso. A López Obrador, le hubiera gustado mejor que en vez de haber escrito la leyenda con la que los diputados reventaron el inicio de sesiones y en la que se leía; ¿“ Tu dejarías que un borracho manejara tu auto?¿ Verdad que no?. ¿ Por qué dejas que maneje tu país?, esta le hubiera recordado a Calderón la forma en que llegó al cargo que ahora ostenta. Luego de reprochar el que sus huestes se hayan metido en cuestiones personales, López Obrador les recomendó atajar la cuestión pública, antes que privada. Hay que llamar las cosas por su nombre -- les sugirió. “Decir que Calderón es un usurpador, bueno para nada, y que existe una mafia en el poder que está dañando al país, y decir que el Tata mandón de la mafia del Poder en México es el expresidente Carlos Salinas de Gortari”. Como quien dice, no me defiendas compadre. Lo cierto en todo esto es que peor forma de celebrar el cinco de febrero, día de las constituciones, no solo la del 17 sino la de 1857, que también se promulga un cinco de febrero, no pudieron haber escogido los diputados de izquierda, fecha que, en todo caso se pudo haber aprovechado para mejores causas y no para perder el tiempo en reyertas personales que nada bueno aportan al país, sobre todo en estos momentos en que el gobernado reclama uno de los más sentidos requerimientos del ser humano como es sin duda la seguridad pública. FIERRITOS EN LA LUMBRE En donde también han empezado a notarse algunos barruntos de discordia es por rumbos de la SEC, dependencia a la que acaba de hacer su arribo el nuevo titular, Jorge Luis Ibarra Mendivil a partir de la descachuchadas que se han venido dando, siendo una de estas, precisamente, la del ahora ex jefe de recursos humanos, Héctor Leyva a quien le disfrazaron la salida nombrándolo como asesor de Ibarra Méndivil. Con lo que no contaron los nuevos jefes que substituyeron en el cargo a Ochoa Patrón es que la cosa no iba a estar tan fácil; la respuesta de Leyva no se hizo esperar y desde el momento de su designación, éste sigue sin presentarse a la fría oficina al que lo confinaron. Y por lo visto, la designación de quien vaya a ser el secretario general del PRI o segundo de a bordo de Claudia Pavlovich tendrá que venir ya no del Yaqui Power sino del ahora en voga, Hermosillo Power. Sugerencias y comentarios; premiereditores@hotmail.com |
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