• La de Calderón, una manta que tumbó a Carmen Aristegui y nos coloca cada vez más lejos de una verdadera libertad de expresión.
• Los yaquis, su triunfo y la violencia en Cajeme.

No es la primera ocasión en que un periodista es echado de su fuente laboral porque su trabajo no cayó bien a los oídos de quienes mandan en las altas esferas del poder. Acciones demoledoras como la que acaba de darse en contra de la conductora de noticias de MVS, Carmen Aristegui a quien le acaban de cancelar su contrato con la referida televisora porque según estos, “ transgredió el código de ética de la empresa”, son cosas que se han visto y se seguirán viendo a lo largo de la historia.

La noticia -que no rumor, como subraya en el comunicado con que la televisora justifica la salida de Ariestegui de su programa—es la misma que usted y yo vimos no solo en MVS, la vimos también en El Noticiero con López Dóriga; en la mayoría de los medios impresos y en muchos de los noticieros de radio a nivel nacional.

La única diferencia aquí es que López Dóriga, por ejemplo, no le puso el énfasis del que hizo gala la Aristegui y ni por asomo mencionó que el affaire protagonizado por los diputados perredistas y petistas encabezados por Fernández Noroña se debió a una manta en la que se hacía referencia al supuesto alcoholismo ni más ni menos que de Felipe Calderón.

Literal y profesionalmente, López Dóriga y el resto de los comunicadores que dieron la nota, la dieron incompleta. Por supuesto que no hubiera sido lo mismo, no habría escatimado una sola coma, un solo detalle y una sola imagen si el aludido hubiese sido, por ejemplo, el supervisor en jefe de los servicios de intendencia del mismísimo Congreso o de la Suprema Corte.

Premonición o no, la Aristegui parecería haber advertido que el mundo se le vendría encima luego de la polémica información que habría de difundir en ese que fue su último programa ante las cámaras de televisión.

 A ver, a ver, cómo le entramos a esto—se preguntó—antes de abordar el asunto de suyo delicado, por supuesto.

Tras hacer un rápido recuento del caso, como toda buena presentadora, dio la entrada de la nota y remitió los detalles al reportero Omar Aguilar que estuvo presente en el desaguisado que más tarde haría que le costara su chamba. El reportero hizo lo suyo y a diferencia de la gran mayoría de los medios que dieron la información presentó tomas, escenas, pues, de la manta y lo que se leía en ella, mismos textos que darían el tema de nuestros pasados apuntes del lunes anterior. El reportero cumplió a cabalidad con su reporte que se circunscribe a dos cosas:

Uno; el que de nueva cuenta, Fernández Noroña “ revienta” una vez más una sesión del Congreso y dos; explica los motivos por el que, en todo caso, son los diputados panistas encabezados por su coordinadora Josefina Vázquez Mota quien decide acabar con la sesión al llevarse a su gente y para mostrar, para hablar de los motivos que acaban con la sesión, necesariamente se remite a la manta de la discordia en la que, injuria o no, cierto o falso, se está presentado en la supuesta casa del pueblo, no en las barriadas de la Bondojo, en los perdidos laberintos de las colonias del sur de Cajeme y quien lo hace no es un merolico distribuidor de ungüentos milagrosos. Es un señor diputado que hizo campaña con el dinero de los contribuyentes y que ahora, nos guste o no, nos representa ante la Cámara de Diputados.

Así abordó el tema Carmen Aristegui:

“No es la primera vez que se habla de este tema, de un presunto alcoholismo de Felipe Calderón. Si usted es usuario de las redes sociales –por ejemplo–, pues en ese circuito de comunicación de la sociedad mexicana es frecuente ver expresiones que aluden a esa circunstancia que no podemos corroborar (...)

“Debería realmente la propia Presidencia de la República dar una respuesta clara, nítida, formal al respecto. No hay nada de ofensivo –me parece– cuando alguien, si es que fuera el caso, atravesara por un problema de esta naturaleza (...)

"¿Tiene o no Felipe Calderón problemas de alcoholismo? Esto merece, insisto, una respuesta seria, formal y oficial de la propia Presidencia de la República."

La respuesta de la Presidencia fue muy sencilla:

Le envió a la familia Vargas propietaria de MVS una carta en la que la televisora y la periodista ofrecían disculpas por los rumores difundidos. El texto tendría que ser leído al aire en el mismo espacio de la conductora.

La respuesta de Aristegui fue contundente: “Me niego a hacerlo”.

El cese fue fulminante y ya el lunes, en la mañana, su espacio fue ocupado por otro presentador. Un leedor de noticias, como esos miles que abundan por los cuadrantes de la radio y las cadenas de televisión y se les llena la boca al decirse periodistas. Ni hablar, la manta de la discordia no era una manta cualquiera y sus resultados reflejan que en materia de libertad de expresión seguimos en pañales.

FIERRITOS EN LA LUMBRE

Pues con todo y que Calderón y su gobierno vienen a la baja según la encuesta que a nivel de aceptación acaba de difundir la empresa Buendía& Laredo, más le valdría al PRI en ir pensando en otra estrategia de posicionamiento porque el cuento de que ya se sentían en los Pinos, se aleja cada vez más de la realidad a partir de los resultados que se han venido observando en los últimos comicios y en donde los candidatos tricolores siguen mordiendo el polvo.

Ayer fue Guerrero y ahora es Baja California Sur en donde tampoco ganaron. Y que me disculpe doña Beatriz Paredes cuando afirma que Estado que no se gobierna no se pierde pero yo no sé de alguien que hasta la fecha, vaya a unas elecciones con el ánimo o la intención de perder. Los juegos, de todo tipo, son para ganar y hasta la fecha, desde inicio de los tiempos, en la vida se pierde o se gana. Y el PRI ha venido perdiendo últimamente en Sonora, Sinaloa, Oaxaca, Puebla, Guerrero y ahora en Baja California Sur, amén de que no gobierna en otros estados de la república, desde hace ya algún largo tiempo como Michoacán, Jalisco, Guanajuato y Baja California norte, entre otros.

¡Así o con manzanitas?. Lo dicho; al trabajo Calicot!.

Y en otras cuestiones, ni el triunfo de los yaquis en la Serie de Caribe que convierte a México en campeón por sexta ocasión ( y primera en la historia de esta importante justa ) ha hecho posible el milagro de que en Cajeme podamos olvidarnos un poco de la violencia que nos abraza de tiempo atrás. Por desgracia, mientras que nuestro equipo se alza con la victoria en Puerto Rico, para alcanzar el ansiado banderín, la metralla continúa rugiente de lado a lado en Cajeme con saldo pavoroso de cuatro muertos y dos “ levantones” en las últimas horas.

Sugerencias y comentarios; premiereditores@hotmail.com