Crónica del viaje a la Serie del Caribe 2011
Al Bat: Jesús Alberto Rubio
Miércoles 16 de Febrero de 2011

El Ing. Juan Antonio Jasso Rodríguez nos proporciona una breve reseña de su vivencia y experiencia en la reciente Serie del Caribe celebrada en Mayagüez, Puerto Rico:

“A petición de nuestro amigo Carlos Casillas, narraré sobre  este viaje en los aspectos tanto positivos como negativos que tuvimos en esta bonita aventura, pues al final lo recompensaron los resultados obtenidos por nuestro equipo de beisbol mexicano representado por los Yaquis de Cd. Obregón, campeones de nuestro circuito invernal en la temporada 2010-2011.

Bien, le diré  que el día 1 de febrero a las 5 de la mañana, estábamos saliendo de nuestra casa al aeropuerto de Hermosillo para tomar el vuelo 701 de Aeroméxico con destino en una primera escala en la Cd. Capital de nuestro país. La sorpresa fue encontrar documentando a todo el equipo mexicano en los mostradores de dicha aerolínea, pues la salida programada era a las 06.00 a.m.

Nuestra llegada fue puntual a la Ciudad de México a las 09.30. Aprovechando el tiempo, nos fuimos a desayunar una ricas tortas de pollo, estilo aeropuerto, en la tortería Don Simón. Para esta hora comenzaron a llegar gentes de otras partes del país, ciudades como, Monterrey, Montemorelos, Lagos de Moreno, Celaya, Cd. Obregón, Tijuana, Mazatlán, Culiacán, Mérida y otras que no hubiéramos pensado que se tuviera gusto por nuestro deporte Rey.

El vuelo Charter 9723 de Aeroméxico, estaba programado salir a las 14.00 con escala en Mérida al reabastecimiento de combustible, pues para algunos aviones según supimos después no pueden despegar de la capital del país con tanques llenos y cargados.

Finalmente abordamos el avión a las 15.30, comenzando en ese momento el primer problema ya que después de casi media hora de estar soportando un baño sauna, nos da la bienvenida el capitán del avión, pidiendo una disculpa por el atraso, ya que nos explicaba que la relación, carga combustible, resultaba inadecuada para poder despegar en el avión MD serie 82.

Este tipo de aviones, si bien son seguros, son antiguos y no cuentan con las comodidades que permitan en tierra suministrar aire acondicionado. A no ser, de auxiliarse con fuente externa de energía, pero aquí la cuestión, ¿Qué pasaba, por que no despegábamos?

La razón, exceso de carga, por ello, el anuncio del capitán fue de que se tenían que bajar cerca de 80 maletas de equipaje para poder despegar.

Pero, ¿cómo serían enviadas después?, Solución, un acuerdo con Copa Air Lines para que llevara dichas maletas a Mérida y desde ese sitio si podría despejar nuestro Mc Donald Douglas 83. Finalmente y después de 3 horas de espera, partimos a Mérida, en un viaje de una hora con cuarenta y cinco minutos, que en realidad se realizó en una hora treinta.

El capitán del avión, se identificó como buen veracruzano y por tanto aficionado al beisbol y felicitó a los yaquis pidiendo una disculpa por lo que hasta ese momento estaña pasando con el atraso en el tiempo, pero al mismo tiempo deseando la mejor de las suertes y asegurando que el equipo mexicano sería campeón (voz de profeta).

En Mérida y ya estando con el avión cargado de combustible y con otra media hora más de atraso, salimos a las 20.30 aproximadamente. Con una diferencia de tres horas respecto a nuestro horario del Pacífico y dos horas respecto a la Cd. De México, nuestro tiempo estimado de vuelo al aeropuerto de Aguadilla, fue de tres horas y cuarenta minutos. El capitán nos informa la ruta, primero en línea directa a Puerto Príncipe en Haití, para después volar hacia Santo Domingo en la República Dominicana y finalmente a Borinquen.

Bien, entonces podemos decir que el atraso de acuerdo al programa original, usted amigo lo puede obtener. La llegada debía ser a las 21.45 hora de puerto rico y no fue sino hasta la una de la madrugada con treinta minutos.

Aquí la solicitud de Omar Canizalez al aterrizar, fue de que permitiéramos que el equipo mexicano saliera primero y así poder llegar a descansar rápido por el compromiso que se celebraba al día siguiente a las 16.00 horas. Así se hizo y ooohh sorpresa, las autoridades migratorias con una lentitud, que la verdad ya no sentíamos lo duro sino lo tupido.

El aeropuerto de Aguadilla está aproximadamente a una hora y media de Mayagüez, a pesar de sus medios de comunicación excelentes con que cuenta la isla y está  ubicado en la parte poniente de la isla a cuarenta y cinco minutos de vuelo desde Santo Domingo.

Finalmente la llegada al Hotel Rincón Of The Seas a 45 minutos del aeropuerto a esas horas de la madrugada, en donde el tráfico era nulo, así es que rápido llegamos. Magnificas instalaciones y bonita ubicación en medio de  playa y selva. Categoría 5 estrellas. Un breve descanso de cinco horas para estar a tiempo y recoger nuestras identificaciones y boletos para los juegos.

La salida muy puntual al Isidoro “Cholo” García. La experiencia para la compra de artículos de recuerdo nos dice, que primero es necesario hacer un recorrido y ver los puntos de buena venta y posteriormente regresar a hacer las compras que uno quiera.

Pero nuevamente una desagradable sorpresa no había ningún suvenir que dijera algo referente al evento, es más, no había nada de nada referente al beisbol. Si acaso artesanía muy insignificante que no daban ganas de adquirir nada.

Entramos al estadio. Un excelente escenario que quisiéramos tener por su comodidad, limpieza y funcionalidad, sólo que al visitar el área de comida, estaba muy enfocada al gusto borinqueño como debe ser. Nada de buscar algo fuera de eso. Lo típico, hamburguesas, hotdogs, empanadas de marlin, carne, pinchos de pollo, carne de puerco ya fuera  en pincho o en plato, burritos al estilo americano, sándwiches estilo subway, donitas, tostones de plátano, maní y refrescos. El néctar de los dioses era de la marca medalla, el ron combinado, el whiskey igual que el anterior muy al gusto caribeño. Aunque creo que esto es universal.

Las reglas de comportamiento, creo que la mayoría las conocemos. Pero es bueno recordar cuando menos lo que se recordaba. Primero prohibido fumar en el área de butacas y baños. Había espacios para ello, cerca de las escaleras de acceso. Segundo prohibido ubicarse encima de los dugouts, aunque al final, aquí tuvieron que doblar las manos las autoridades. Tercero prohibido ocupar los lugares para personas discapacitadas. Cuarto, prohibido obstruir la visibilidad de los espectadores en los pasillos. Quinto, prohibido vender la cerveza de lata en su envase, tenía que ser en vaso.

Esta situación provocada por la afición mexicana, que casi obligaron a un vendedor a dejar la lata en varias ocasiones, fue sorprendido por la policía, se le sacó del estadio y se le aplicó una multa de $ 200.00 us dollars al vendedor. Esta realidad la conocimos al tercer día que regreso el mismo vendedor y pidió que respetaran las reglas.

El día siguiente 3 de febrero, fue programado un tour por san Germán, la virgen del pozo y la ciudad de Mayagüez. Al final del recorrido, llegamos a comer a un mal de la ciudad, dado que el lugar original para comer se saturó  por la cantidad de mexicanos, algunos nos tuvimos que ir al Wendys a comer lo típico que allí se vende.

La sorpresa para la mayoría de nosotros es que algunos comensales boricuas nos decía que no sabían que había beisbol en Mayagüez y menos que fuera la serie del Caribe, pues no había tenido difusión el evento, otros más nos decían que los precios de entradas, comidas y bebidas se habían incrementado mucho y que ello lo veían como algo que no estaba correcto. Bueno, en todas partes se cuecen habas por lo visto.

El viernes 4 de febrero, hubo un tour a un lugar llamado la parguera, pero la verdad no quisiera acordarme por la vergüenza provocada por alguien, quien al calor de las copas, provocó una situación muy bochornosa con la tripulación del barco que tomamos para presenciar un raro fenómeno que se da en las aguas de unos manglares, en ellos, algunos peces son luminiscentes y para ello había que observarse por fondos de vidrio, a oscuras previa localización del banco de peces con el radar del barco.

Pero bueno, por uno perdemos muchos y así fue. Se suspendió el tour y la policía estaba en espera para que si se continuaba con desorden, directos a la cárcel. Bajamos del barco en absoluto silencio y derechitos al camión, claro que la mancha no nos la quita nadie.

El resultado del equipo mexicano ustedes lo vieron por la tv y no tiene caso comentar sobre ello, mejor les comento sobre nuestro segundo suplicio, “el regreso”, que si bien no tomo tanto tiempo, tuvo sus inconvenientes muy importantes.

Lo que sí es importante mencionar, es que después de llegar del estadio al hotel al conquistar nuestro sexto campeonato, veníamos muy contentos y dijo la guía, si alguien quiere comprar cerveza, el camión se va a parar en el súper conocido desde el primer día por los adoradores del dios Baco, el cual estaba ubicado a 5 minutos antes de llegar al hotel. Obvio es decir que salieron cargados como si se fuera acabar el néctar de los dioses.

La idea original de muchos fue, llegar y en el área del lobby hacer la fiesta, pero no pensaron que estábamos en una colonia gringa y que eso no se permite. Y así fue, en el momento que quisieron sonar pitos y matracas, la policía dijo, “señores este es un lugar de descanso y hay huéspedes durmiendo, así es que les pedimos que cada quien se vaya a su cuarto y haga lo mismo”. Yo tenía tiempo que no me tomaba ninguna cerveza y bueno, pues nos desquitamos con algunas en el cuarto de otros compañeros que venían armados con cerveza.

El día martes 8 de febrero, la cita fue a 14.00 horas para salir al aeropuerto, previo pago de lo que estuviera pendiente por otros conceptos diferentes al hospedaje. En punto de las 14.30 salimos al aeropuerto directos a un mostrador para México y otro para dominicana, así fue que se dio la primera platica con Ricardo Nanita y con Raúl Valdez, felicitándolo por su excelente trabajo. Allí supimos que nanita pertenece a CWS y que Raúl Valdez acaba de firmar con San Luis Cardenales.

El vuelo chárter 9724 de Aeroméxico de acuerdo al horario programado, debía salir del aeropuerto de Aguadilla a las 18.00 y fue hasta las 19.30 cuando partimos. ¿la causa? Exceso de equipaje y por ello la relación peso combustible no era la indicada. Hubo necesidad de bajar peso, entre los que se dijo, bats, arreos y cuarenta maletas del personal de las agencias de viaje, quienes “amablemente” aceptaron viajaron sin equipaje.

Al llegar a Mérida a pasar migración y aduana, el cien por ciento de los pasajeros pasamos con luz verde, todo ello derivado de las circunstancias. Igual al pasar migración, fue muy rápido y comparamos con la experiencia tenida en nuestro viaje de ida y dijimos, “que diferencia”.

Finalmente la llegada a la Cd. De México fue pasada la medianoche para llegar a nuestro hotel Camino Real, cubierto el 100% del pago por Aeroméxico, ya que la causa de atraso y no poder ligar nuestro vuelo 710, el cual salió a las 21.15 rumbo a Hermosillo, fue su responsabilidad.

La experiencia fue de altibajos, pues si bien es cierto sufrimos tanto en nuestro viaje de ida como de regreso, valió la pena traernos el campeonato. Y ahora lo que me agrado bastante fue el hecho de haber sido recibido por el Presidente Calderón y las palabras de reconocimiento que les dijo. Un ensayo de crónica que espero les haya aportado algo. Servido mi estimado Carlos Casillas”.

 
 

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