Más relajado y sin la sombra del Movimiento Ciudadano por el Agua, pero sí con los coqueros de la Laguna del Náinari que no quieren ser reubicados, el gobernador Guillermo Padrés regresó a Cajeme a encabezar su gira número 37 por el municipio en la que dejó varios mensajes a sus oponentes, pero también a sus amigos.
Inició en una radiodifusora local y de allí el Gobernador de Sonora salió rumbo al Campo 2 para entregar la ampliación de la Calle 200. Durante su discurso, “le tendió” la mano al alcalde Manuel Barro como para despejar las dudas sobre el verdadero slogan del Gobierno Ciudadano y del impulso que le dará.
“En primer término, quiero saludar a mi amigo, que quiero mucho y aprecio, a Manuel Barro Borgaro, por ahí hay dos que tres despistados que dicen, que lo dudan; él tiene todo el apoyo, irrestricto, del gobierno del estado para hacer de Cajeme el mejor lugar para vivir".
Las palabras del cananense sobre el alcalde emocionaron tanto a la regidora panista Martha Patricia Espinosa, cuyos gritos sobresalían con un “sí te quiere Manolo, sí te quiere”.
Desde el pasado 24 de febrero, el “horno no estaba para bollos” en la relación de ambos gobiernos, cuando el secretario de Seguridad Pública Ernesto Munro Palacio le dio una “balconeada” al gobierno de Barro y nomás le faltó decir que Cajeme era el mejor lugar… pero para morir.
“La estrategia se va reforzar, ahora Nogales no es la ciudad más violenta como lo fue en otros meses. Se nos está yendo la delincuencia para Ciudad Obregón”, expresaría el funcionario estatal luego de dar las cifras sobre muertes violentas en las que Cajeme desbancaba a la ciudad fronteriza del nada honroso primer lugar.
“Serán cifras de otro Munro porque la ciudad está bien”, expresó jocoso el secretario de Seguridad Pública municipal, Víctor Landeros Arvizu, cuando platicaba con regidores en la Secundaria Técnica 56 “Profesor Luis Ozuna Villa”.
En el aire también la posible expulsión de las filas panistas de Javier Castelo Parada y pregunta obligada para el ejecutivo estatal, pues han sido públicas las diferencias de su ex compañero de fórmula al Senado sobre el proyecto Sonora Si.
“Yo le tengo mucho respeto al senador; hemos sido compañeros de toda la vida; hemos coincidido en unas cosas y en otras no”, manifestó el ejecutivo estatal, quien afirmó que apoyará la decisión que tome su partido sobre el caso Castelo Parada, pues “respeto mucho la decisión de mi presidente (del PAN) y si así lo encuentran, pues que así sea”.
Para remarcar su deslinde, recurrió a la frase de “Yo no soy un gobernador de un grupo económico, yo no soy gobernador de un grupo político, no soy gobernador de intereses particulares, yo soy gobernador de todos los sonorenses y vamos a llevar a cabo programas y acciones de gobierno que beneficien a todos”.
Y para quienes se oponen a la construcción del acueducto Independencia:
“Yo estoy abierto a escuchar a todos, yo no me cierro, al contario son mis amigos, yo no tengo ningún problema con nadie; se vale no estar de acuerdo, se vale y más cuando se convierte en un tema político como ya se convirtió, de un sector de la sociedad que no ha asimilado que ya hay una transición en Sonora, de que ya no es un partido hegemónico que gobierna, que es otro partido, con otra mentalidad, que ayuda a todos….”.
Después de un agradecimiento a los reporteros, el mandatario estatal enfiló hacia el camión Alvaro Obregón y no pudo percatarse que metros atrás dos personas cargaban en brazos a la diputada Sara Martínez, quien al ver a los fotógrafos que se le acercaban, solo alcanzó a exclamar un “qué pena muchachos”. Una torcedura en el pié izquierdo le hizo perder, momentáneamente, el glamour, muy propio en la legisladora cajemense