Los Ángeles — Ojos caídos, como si tuviera sueño; voz pausada, como si trajera flojera, y lento aprendizaje, como si estuviera idiota, es lo que físicamente le ha dejado a José el inhalar químicos durante ocho años de su vida.
El chavalo tiene 21 de edad y confiesa que es adicto al consumo de solventes, una práctica muy popular entre los jóvenes para ponerse "high".
José, como pide ser identificado, está junto al área de juegos infantiles del parque Rubén Salazar, en el Este de Los Ángeles, donde está dispuesto a hablar de los efectos de esta droga que empezó a usar en la secundaria, cuando tenía 13 años de edad.
"Se siente muy bien, tu cuerpo muy ligero, tu cabeza, empiezas a ver todo como ‘blurry’ (borroso), tu mente se pone en blanco, se siente muy a gusto, pero es mejor estar sentado, porque de seguro te vas a caer", dice sobre el efecto que de 10 a 15 segundos dura un jalón de NOS (óxido nitroso), también conocido como "gas de la risa".
Estudios médicos revelan que cuando una sustancia de este tipo es inhalada va directamente al cerebro y quema grasas, provocando que la masa encefálica se haga más pequeña en segundos.
"Provoca daño cerebral porque mata muchas células del cerebro, tan sólo con una vez que se use", explicó Denis Quiñónez, quien como director de la Coalición de Boyle Heights para una Comunidad Libre de Drogas ha trabajado por varios años el tema de la adicción a los solventes químicos.
"Quedan mal del cerebro, parecen personas más lentas mentalmente, con el tiempo tiene efecto en los genitales, debilita los sentidos y no pueden controlar sus órganos", recalcó
Se refirió a que el uso de solventes provoca incontinencia, es decir, que no pueden contener la orina y las heces.
José lo confirmó: "Una vez estuvimos en una fiesta en una casa abandonada en Riverside, mi amigo cortó el tubo del aire acondicionado y de ahí empezamos a inhalar el gas, se puso bien loco, y luego se hizo del baño". - ¿Se orinó? "¡Noooo, se cagó!". Esta forma de drogarse, a la que algunos llaman "huffing", es muy popular en las fiestas clandestinas conocidas como "flyers parties".
"En cada ‘flyer party’ que vayas vas a mirar un tanque de NOS, también en los ‘dance parties’ y a veces en los ‘raves’", mencionó.
Harvey Weiss, director de la National Inhalant Prevention Coalition (NIPC), apuntó que en los últimos tres años el "huffing" se ha vuelto muy popular y es una droga tan peligrosa que al primer jalón el joven puede morir.
Los inhalantes, según Weiss, son más adictivos y dañinos para la salud que la cocaína o las metanfetaminas, y su uso lleva a un comportamiento antisocial.
Este tipo de productos con los que los jóvenes se están drogando, son tan comunes que en el mismo hogar los encuentran, como aromatizantes, rociadores para desempolvar computadoras, botes que contienen óxido nitroso o NOS, pinturas, gases butano y propano, gasolina, spray para el pelo, quitamanchas, desengrasantes, quitaesmaltes, desodorantes, cemento para plomería y hasta botes de crema batida.
Las estadísticas del NIPC, indican que el 17.2% de los estadounidenses entre 12 y 17 años tuvieron su primera experiencia con las drogas al inhalar productos caseros.
"Mi amigo tiene un tanque que lo lleva a las fiestas en ‘downtown’ o en Santa Mónica, pero es muy fácil conseguirlo, en la Target y hasta en las 99 Cent Stores, yo no conozco a ningún amigo que compre el ‘Computer Cleaner’ para limpiar la computadora, lo usa para drogarse", aseguró José.